jueves, 19 de agosto de 2010

GRISINES CON SÉMOLA: RICOS, CROCANTES Y FÁCILES DE HACER!

Se hacen realmente en un santiamén y salen muy ricos, bien crocantes. Esta receta básica se puede enriquecer saborizando los grisines por ejemplo con orégano, parmesano, cebolla, pimentón, ajo, etc.

Para completar una asadera grande:
- 200 g de harina 000
-   50 g de sémola
-   10 g de levadura
-     1 cucharadita de extracto de malta (optativo)
- 125 cc de agua
-     2 cucharadas de aceite + adic para pintar
-     1 cucharadita de sal fina
-        sal gruesa para decorar y saborizar.

Encendemos el horno. Hacemos un volcán con la harina, la sémola y la sal por fuera y en el medio disolvemos la levadura y el extracto de malta en el agua y el aceite. Amasamos y dejamos reposar unos 15' en bol cubierto, la masa no requiere levado, sólo relajarse.

Ya reposada la masa la estiramos la sobre superficie enharinada dandole forma rectangular y según el largo deseado de los grisines; cortamos con un cuchillo o cortapastas y vamos colocando las tiras en una asadera previamente aceitada. Pintamos los grisines con aceite y esparcimos por encima granitos de sal gruesa. Dejamos reposar otros 15' mientras el horno se termina de calentar...

Horneamos a temperatura moderada por unos 20' hasta que hayan tomado buen color (deben quedar bien sequitos, pero no quemados...). Una vez apagado el fuego es conveniente dejarlos unos minutos más en el horno con la puerta entreabierta para que queden má crocantes. Dejamos entibiar sobre rejilla.

Se enfrían rápido y se comen también más rápido.... Si sobran pueden conesrvarse en recipiente cerrado.