viernes, 19 de noviembre de 2010

PRENSA

PAN DE CENTENO Y SEMILLAS DE QUINOA TOSTADAS

Continúo experimentando con panes con 100% de harina de centeno y viendo técnicas alternativas para lograr buen levado y buen sabor. Estos panes creo que lograron el objetivo y no son tan complicados de hacer. Para 2 panes medianos:

- 750 g harina de centeno
-     1 cucharada glúten de trigo (opcional, ayuda)
- 550 cc  agua
-   10 g levadura fresca
-   50 g manteca o margarina
-     1 cucharada de miel
-   15 g de sal
- 100 g de semillas de quinoa

La noche anterior mezclamos en un bol 500 g de centeno con 500 g de agua, cubrimos y dejamos reposar en lugar fresco hasta el día siguiente.

Por la mañana disolvemos la levadura en 50 cc de agua, agregamos la miel, una cucharada del centeno restante y la cucharada de glúten; mezclamos y esperamos que comience a espumar.

Lavamos y escurrimos bien las semillas de quinoa (es conveniente un doble enjuague) y en una sartén a fuego bajo salteamos 2/3 de las mismas: las semillas restantes reservamos para decorar.

Volcamos el fermento a la mezcla del día anterior, agregamos el resto de la harina, la sal, las semillas de quinoa tostadas  y la manteca derretida; amasamos por unos 10', bollamos y dejamos levar en bol cubierto por aprox 1 hora hasta que doble el volúmen.

Encendemos el horno. Volcamos el bollo sobre superficie de trabajo apenas enharinada, lo dividimos en 2 y luego de unos minutos de reposo damos forma empleando una técnica similar a la de las baguettes (ver: "Baguettes Caseras, Técnicas Básicas") y colocamos en los moldes previamente engrasados; pintamos con huevo o manteca echamos por encima las semillas de quinoa que dejamos sin tostar, efectuamos los cortes, cubrimos con una tela plástica y dejamos levar sobre el horno por otros 45'.

Horneamos en horno caliente a 3/4 temperatura por unos 30' hasta que los panes hayan tomado buen color y su base suene hueca. Al retirar dejamos orear sobre rejilla.

Es un pan muy nutritivo y que gustó mucho a los comensales; más allá de las palabras no dejaron ni las migas...