jueves, 29 de julio de 2010

LOS KNISHES SUPER PREMIUM DE MAMÁ GOLDE, UN TESTIMONIO

Si alguno de los tantos ricos platos de mamá Golde es emblemático, son sus knishes (acerca de los cuales espero que sus tantísimos degustadores dejen algún comentario, caso contrario me ocuparé de que no los vuelvan a probar!). Yo por mi parte estoy recontento asegurándome por este medio que de algún modo u otro esta deliciosa tradición familiar habrá de permanecer. Tan contento estoy que no creo podría esconder la sonrisa que en este momento se dibuja en mi rostro, sentado en la compu, en mi casa natal de Moisés Ville y escribiendo justamente esto...


Cuando era chico me encantaba ver amasar knishes a mamá, cómo estiraba la masa, cómo lograba que le quedara tan pero tan delgadita. Ella me contaba que su mamá le había contado, que su propia mamá le había contado...que "la masa debía de ser tan delgada tal que a través de ella pudiera leerse una antigua carta de amor...".  Y vean ustedes mismos las fotos...

Va entonces la receta para 80-90 knishes (cómo se puede hacer menos?), procurando cuantificar lo mejor posible los ingredientes: mamá dijo 200 cc de esto, 1/2 kilo de aquello, pero balanza, lo que es balanza, no vi ninguna por ningún lado...De paso, estos 80-90 knishes que alcanzan habitualmente para 6 personas ( y no como único plato...), requerirán unas 3 fuentes grandes de horno:


- 500 g de harina 0000 + adicional para espolvorear
- 250 cc de agua aprox
-     4 cucharadas de aceite + adicional para pincelar
-     1 cucharada de vinagre de alcohol
-     2 kgs de papa
-  1/2 kg de cebolla
-        sal y pimienta a gusto

Pelamos las papas, las dividimos en trozos parejas y hervimos en agua con sal. Mientras, picamos bien las cebollas y las salteamos en aceite hasta que queden doraditas. Una vez hervidas las papas las escurrimos, hacemos un puré, mezclamos con las cebollas, salpimentamos  y dejamos enfriar (debe quedar un puré bastante seco).

Amasamos la harina con el agua, el aceite y el vinagre por unos 20' hasta lograr una masa bien tierna, con "globitos" en su superficie. La dividimos en dos bollos que dejamos reposar cubiertos y ligeramente aceitados.

Sobre una superficie bien enharinada estiramos la masa con un palote, la enrollamos alrededor del mismo para estirarla y la levantamos y rotamos con las manos de modo que se siga estirando (re fácil...).

Una vez bien estirada la masa en forma  redondeada la pincelamos con aceite y tomamos el puré (frío y sequito) con las manos enharinadas y vamos haciendo un rollo que ubicamos en todo el borde de la masa.

Suavemente estiramos los extremos de la masa y vamos cubriendo el rollo de puré; una vez cubierto, lo seguimos enrollando algunas vueltas mientras la masa se sigue adelgazando haste el punto de poderse leer a través de ella "una antigua carta de amor..."; en ese punto hacemos una tajo por el centro de la masa y completamos el enrolle.

Para dar forma a los knishes, con el canto de una mano presionamos el rollo moviendo hacia atrás y adelante hasta cortarlo; tomamos y presionamos el extremo libre y volvemos a cortar. Presionamos ahora ambos extremos  de modo que tome la forma característica y así, uno tras otro, hasta completar los ...80. Los colocamos sobre una asadera aceitada y los pincelamos también con aceite.


Horneamos en horno caliente por unos 20 minutos hasta que comiencen a dorarse.

Son deliciosos, adictivos, casi irresistibles, objetivamente...

Espero lo intenten, vale el esfuerzo, sus comensales se lo habrán de agradecer; y sus comensalitos ni les cuento...

Y mientras, el que suscribe feliz de la vida por dejar testimoniado algo que hubiera sido una pena se perdiera en el paladar de unos pocos...