lunes, 17 de octubre de 2011

PIZZA A LA PIEDRA DE PAPAS, MUZZARELLA, ROMERO, TOMILLO Y OLIVAS NEGRAS

Una pizza a la piedra que sorprende a muchos comensales de Buenos Aires por el hecho de estar cubierta por láminas de papa; es sin embargo frecuente en algunas regiones de Italia y para mí personalmente además, exquisita, todo un hallazgo!:

MASA, para 3 pizzas grandes
- 500 g de harina 0000 (refinada)
- 300 cc de agua
- 5 a 10 g de levadura fresca
- 50 cc de aceite de oliva
- 1 cucharadita de sal
- 1/pizca de pimienta blanca

COBERTURA, por pizza
-     1 ó 2 papas crudas
-     1 puñado de hojas de romero fresco
-     1 puñadito de hojas de tomillo fresco              - 150 g de muzzarella
-     1 puñado de aceitunas negras descarozadas      -        salsa de tomate crudos
-        sal gruesa y pimienta negra

Hacemos una corona con la harina y la sal por fuera y en su centro disolvemos la levadura en el agua; incorporamos con cuidado la harina al´liquido y cuando comienza a formarse la masa agregamos el aceite; amasamos por unos minutos hasta integrar bien, no hace falta mucho amasado para la pizza a la piedra. Cubrimos y dejamos levar unas  2 hs hasta que duplique su volúmen (el tiempo depende siempre de la cantidad de levadura empleada y la temperatura ambiente).

La salsa de tomate que sugiero es simplemente tomate maduro procesado y condimentado con sal pimienta, orégano, ají molido y un poco de aceite de oliva.

Pasado el tiempo de levado volcamos la masa sobre la superficie de trabajo enharinada, desgasificamos, dividimos en 6 partes, bollamos, cubrimos y dejamos reposar por unos 30´.

Al momento de estirar las pizzas debemos sentir la masa relajada, que se estira con facilidad. Estiramos con la mano hasta lograr una masa bien delgada y dejando los bordes un poco más gruesos; la pincelamos con salsa de tomate (no excederse) y llevamos de inmediato a la piedra en horno muy caliente y a temperatura máxima; retiramos apenas la pizza comienza a tomar color, no más de 2´. Repetimos con las otras pizzas y las dejamos listas, de modo que cuando lleguen los comensales las podemos completar sin apremios.

Con una mandolina o cuchillo muy filoso cortamos las papas bien delgadas. Volvemos a pincelar la pizza con tomate, la cubrimos con las rodajas de papa, hojas de romero y tomillo, muzzarella, olivas negras, granos de pimienta y un chorro de aceite de oliva; colocamos sobre la piedra en horno muy caliente y a temperatura máxima por 3´ a 5´.

Si no la probaron antes estoy seguro se sorprenderán por lo deliciosa que es esta pizza!