lunes, 3 de diciembre de 2012

PIZZA A LA PIEDRA DE ESPINACAS AL AJILLO, MUZZARELLA, SARDO Y PEPERONCINO

Otra pizza riquísima (hay tantas) y diferente (hay tantas?) que ofrecimos a la parrilla en un evento del domingo último y hoy al mediodía lo volvimos a degustar entre amigos y a la piedra. No puedo menos que recomendar la prueben, salvo que detesten el ajo la encontrarán exquisita.

  MASA (para 4 pizzas)
 - 500 g de harina 0000 (refinada)
-     5 g de levadura fresca
- 325 cc de agua, aprox
-   50 cc de aceite pref de oliva
-     1 cucharadita colmada  de sal
-  1/2 cucharadita de pimienta blanca

COBERTURA (por pizza, aprox)
-    1 paquete de espinacas frescas, sus hojas, lavadas y troceadas
-    1 diente de ajo grande picado
-100 g de muzzarella rallada o troceada
 - 50 g de sardo rallado
-       pimienta negra
-        aceite de oliva c/n
-        salsa de tomates frescos
-       peperoncino (o ají molido si no consiguen)

Hacemos una corona con la harina y la sal por fuera y en su centro volcamos el agua y disolvemos la levadura; incorporamos con cuidado la harina al centro y cuando comienza a formarse la masa agregamos el aceite.

Amasamos por unos minutos (no hace falta mucho amasado para la pizza a la piedra), cubrimos y esperamos unas 3 hs hasta que duplique su volumen (el tiempo depende siempre de la cantidad de levadura empleada y la temperatura ambiente); la masa debe quedar bastante húmeda aunque por supuesto no pegajosa.


Pasado el tiempo de levado volcamos la masa sobre la superficie de trabajo, desgasificamos, dividimos en 4 partes, bollamos y dejamos reposar en superficie enharinada y cubiertos por lo menos por 30´ y hasta 2hs (al emplear poca levadura la masa se mantiene relajada y sin levar por bastante tiempo).

La salsa de tomates que sugiero es simplemente tomate maduro procesado y condimentado con sal pimienta, orégano, ají molido y un poco de aceite de oliva. Y si no es época de tomates o estamos muy apurados podemos también emplear tomate triturado de buena calidad.

Encendemos el horno con bastante anticipación, las piedras refractarias deben estar tan calientes como fuera posible.

Con la mano o ayuda de un palote estiramos los bollos bien delgados dándoles forma alargada (ello va a facilitar cortar y comer las porciones con la mano), los pincelamos con la salsa de tomates y con una pala vamos depositando las pizzas de inmedito sobre la piedra del horno muy caliente y a máxima temperatura. La idea es marcar las pizzas por unos 2´ de modo de facilitar luego el trabajo a la hora de recibir los comensales y asegurarnos al mismo tiempo que las pizzas estén bien crocantes.

En una sartén con el aceite de oliva salteamos los ajos picados y cuando apenas comienzan a colorear incorporamos las espinacas troceadas y las retiramos cuando vemos comienzan a contraerse. Las dejamos escurrir sobre un colador, una vez tibias las presionamos con las manos y picamos groseramente. Salpimentamos.

Distribuimos sobre las pizzas las espinacas salteadas y por encima la muzzarella y el sardo.

Horneamos sobre la piedra hasta que el queso haya gratinado, unos 5`. 

Retiramos del horno, echamos por encima un chorro de aceite de oliva y un poco peperoncino, cortamos en 8 porciones de forma (cuasi) rectangular y servimos de inmediato.

Otra pizza riquísima! Y van... (será que me gustan las pizzas??)