domingo, 6 de noviembre de 2016

PIZZA A LA PIEDRA DE HONGOS FRESCOS, GRUYERE, OLIVAS NEGRAS Y AJO

En una preciosa Clase para (3) Parejas, entre unas cuantas variedades de pizzas, preparamos esta que recomiendo especialmente y tiene la particularidad de emplear los hongos y el ajo crudos, es decir, sin saltearlos previamente, lo cual la hace más fresca, más saludable y más sencilla de preparar. La receta:

MASA, para 4 pizzas medianas
- 500 g de harina 0000 (refinada)
- 10 g de levadura fresca
- 300 cc de agua
- 2 cucharada de aceite de oliva
- 1 cucharadita colmada de sal

COBERTURA, por pizza
- 100 g de champiñones frescos cortados en rodajas medianas
- 100 g de muzzarella rallada
- 50 g de gruyere rallado
- 1 diente de ajo picado
- salsa de tomates frescos (ver abajo)
- sal, pimienta negra recién molida

Hacemos una corona con la harina y la sal por fuera y en su centro volcamos el agua y disolvemos la levadura. Vamos incorporando con cuidado la harina al centro mientras mezclamos y una vez comienza a formarse la masa agregamos el aceite.

Amasamos por unos minutos (la masa debe quedar bastante húmeda), cubrimos y esperamos unas 3 hs hasta a que duplique su volumen. El tiempo de levado depende de la cantidad de levadura empleada y la temperatura ambiente; es conveniente reducir la cantidad de levadura y dejar leudar más lentamente, incluso en la heladera.

La salsa de tomates propuesta es simplemente tomate perita maduro procesado y condimentado con sal pimienta, orégano, ají molido y un poco de aceite de oliva. Si no es época de tomates podemos también emplear tomate triturado de buena calidad.

Pasado el tiempo de levado volcamos la masa sobre la superficie de trabajo, desgasificamos, dividimos en 4 partes, bollamos y dejamos reposar en superficie enharinada y cubiertos entre 30´ y 2 hs (al emplear poca levadura la masa se mantiene relajada y sin levar por bastante tiempo).

Encendemos el horno con mucha anticipación, las piedras refractarias deben estar tan calientes como sea posible.

Con la mano o ayuda de un palote estiramos los bollos delgados dándoles forma rectangular y alargada, de modo de facilitar cortar porciones pequeñas y comerlas con la mano.

Pincelamos con la salsa de tomates y con una pala vamos depositando las pizzas de inmediato sobre la piedra del horno muy caliente y a máxima temperatura. La idea es apenas marcarlas y así facilitarnos el trabajo al recibir a los comensales.

A la hora del servicio distribuimos sobre la pizza la muzzarella, los hongos, el ajo, el gruyere y las olivas negras.

Horneamos sobre la piedra bien caliente a temperatura máxima hasta que el queso se haya gratinado y la masa se vea crujiente, unos pocos minutos.

Al retirar rociamos con un poco de aceite de oliva, espolvoreamos con pimienta negra y servimos de inmediato.