jueves, 1 de mayo de 2014

JALÁ, EL EXQUISITO PAN TRENZADO SABÁTICO

Con suficiente insistencia -paciencia- mi amigo Enrique G. logró que volviera a preparar estos exquisitos panes sabáticos (para la recepción del Shabat dentro de la comunidad judía), similares pero mucho menos austeros a los que comíamos los viernes por la noche en Moisés Ville, nuestro pueblo natal. La receta tiene algunas diferencias con otras publicadas con anterioridad, vicio de cocinero... Para 4 panes:

-  1,2 kg de harina 000 (común)
-     7 huevos
-   50 g de azúcar
-   25 g de levadura fresca
-   30 g de sal
- 400 cc de agua
-        semillas de amapola o sésamo para decorar

En un bol grande disolvemos la levadura en el agua junto con 1/2 kg de harina; mezclamos y esperamos de 15´a 30´ hasta que comience a espumar; agregamos el resto de la harina, la sal y 5 huevos + 2 yemas y mezclamos hasta integrar.

Volcamos sobre una superficie apenas enharinada y amasamos unos 15´ hasta obtener una masa suave y sedosa, adicionando siempre la menor cantidad de harina posible. Bollamos y dejamos levar en un bol pincelado con aceite y cubierto hasta que duplique su volumen, unos 60´. Desgasificamos y repetimos la operación.

Volvemos a desgasificar, hacemos un chorizo con la masa, dividimos en 12 partes iguales, bollamos, cubrimos y dejamos reposar unos 30´.

Pasado el tiempo de reposo estiramos cada bollo hasta lograr tiras de unos 50 cms de largo y un poco más gordas en la parte central.

Pegamos tres tiras de uno de los extremos, la derecha. por debajo, luego la central y por encima la izquierda. Trenzamos pasando primero la tira derecha sobre la central, la izquierda sobre la derecha y así sucesivamente; sellamos nuevamente en el otro extremo y pincelamos con las claras ligeramente batidas.

Colocamos los panes sobre una asadera ( o dos según tamaño) enharinada, cubrimos y dejamos levar por unos 45´.  Pintamos con las yemas reservadas y batidas, espolvoreamos con las semillas de sémola o amapola y horneamos a 200´ por unos 35´, hasta que los panes se vean bien dorados y la base suene hueca.

Dejamos orear sobre rejilla y los disfrutamos entre queridos. O regalamos a muuuy queridos...