sábado, 21 de mayo de 2016

RAVIOLES DE CALABAZA Y QUESO AZUL, EN UNA CLASE DE COCINA PARA PAREJAS

En una Clase Privada de Cocina + Cena con una preciosa y super entusiasta pareja, preparamos como principal esta pasta. La idea era en realidad que fuera principal pero la comimos previamente a los espaguetti con pesto de albahaca, con un sabor mucho más intenso,que hubiera opacado la delicadeza del de estos exquisitos ravioles...La receta, para 4 porciones, abundante:


MASA
- 200 g de harina 0000 (refinada)
-     2 huevos grandes
-   1/2 cucharadita de sal

RELLENO
-   1/2 calabaza, aprox 500 g
-  150 g de queso azul desgranado
-     1 huevo ligeramente batido
-        sal y pimienta negra

SALSA
-   50 g de manteca
-   15 a 18 hojas de salvia fresca, según tamaño, cortadas en tiras delgadas
-       sal y pimienta negra a gusto
-     1 cucharón del agua de la cocción de la pasta
-        parmesano para espolvorear la pasta, opcional

Preparamos la pasta del modo habitual. (Ver: "Masa para Pasta al Huevo")

Cortamos la calabaza por la mitad longitudinalmente, hacemos algunos cortes en la corteza y horneamos boca abajo sobre papel manteca o metálico hasta que se tiernice unos 30'. Dejamos enfriar y escurrir sobre un colador (muy importante).

Procesamos la calabaza con el huevo, agregamos el queso azul desgranado, pimentamos y salamos en función de lo salado del queso azul. Si encontramos demasiado líquida la mezcla adicionaremos una cucharada de pan rallado.

Estiramos la masa hasta el penúltimo de la máquina y la dividimos en 2 ó en 4 tiras de tamaño similar que dejamos reposar sobre una superficie enharinada.

Colocamos una tira sobre el molde para ravioles (raviolones) y con una cucharita vamos colocando el relleno; cubrimos con la otra tira, presionamos suavemente para quitar el aire y pasamos varias veces un palo por encima de modo de sellar y cortar. Volcamos sobre una superficie enharinada y, si fuera necesario, con un cortapastas completamos el corte. Cubrimos, enharinamos también por encima y reservamos. Repetimos con las otras tiras recuperando los restos de masa.

Ponemos a hervir abundante agua con sal.

Antes de volcar la pasta dentro del agua hirviendo, en una sartén grande derretimos la manteca a fuego suave y esperamos unos minutos a que comience a oscurecerse; agregamos entonces las hojas de salvia y luego de 1’apagamos el fuego.

Retiramos la pasta al dente, no más de 2´, escurrimos y volcamos en la sartén junto con un cucharón del agua de la cocción; mezclamos y servimos en platos precalentados floreando con pimienta negra recién molida.

Una pasta simple, de sabor delicado y exquisito, simplemente...

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