viernes, 15 de septiembre de 2017

PIZZA ESTILO ROMANO DE TOMATES CHERRY ROSTIZADOS, MUZZARELLA Y PARMESANO

Una pizza estilo romano, bien delgada y crocante; lleva aceite en la masa (al menos esta versión) a diferencia de las napolitanas. Sobre una receta de "Bon Apetit", para 2 pizzas rectangulares de aprox 25 x 30 cms:


- 300 g de harina 0000
- 175 ml de agua
-     8 cucharadas de aceite de oliva + adicionales
-     1,5 cucharadita de levadura seca
-     ½ cucharada de azúcar
-    ¾ kg de tomates cherry
- 150 g de muzzarella rallada o troceada
-   50 g de parmesano rallado
-     1 puñado de hojas de albahaca
-        Sal y pimienta negra recién molida
-        Semolina para espolvorear

En un bol con el agua disolvemos la levadura, el azúcar y dos cucharadas de harina. Esperamos unos minutos a que comience a espumar, agregamos la sal y 2 cucharadas de aceite, mezclamos, incorporamos luego el resto de la harina e integramos.

Volcamos sobre una superficie de trabajo ligeramente enharinada y amasamos hasta obtener una masa suave, húmeda y elástica. Añadiremos sólo la harina estrictamente necesaria.

Hacemos un bollo, colocamos en un bol pincelado con aceite, cubrimos y dejamos leudar hasta que duplique su volumen, alrededor de 90 minutos.

Encendemos el horno a máxima temperatura y esperamos que esté bien caliente.

Colocamos los tomates cherry en una asadera, los embadurnamos con 2 cucharadas de aceite, salpimentamos y horneamos hasta que comiencen a abrirse, de 10 a 12 minutos. Retiramos y dejamos enfriar.

Una vez leudada la masa, la dividimos en dos, bollamos, cubrimos y luego de 10 minutos con al ayuda de un palotes las estiramos hasta formar rectángulos de unos 30 x 25 cms. Cubrimos con un repasador y dejamos reposar por 15 minutos.

Colocamos un rectángulo de pizza sobre una pala pizzera o similar, espolvoreada con semolina. La pincelamos con 2 cucharadas de aceite, distribuimos por encima la mitad del parmesano, luego la mitad de la muzzarella y finalmente la mitad de los tomates cherry. Salpimentamos.

Colocamos una o ambas pizzas, según el tamaño del horno, sobre la piedra bien caliente y horneamos hasta que la masa se vea dorada y crocante, de 8 a 12 minutos.

Retiramos, decoramos con hojas de albahaca, regamos con un chorro de aceite de oliva y servimos de inmediato. Repetimos con la otra pizza si el horno no nos permitió hornearlas en simultáneo.


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