Si había algo que me encantaba cuando era niño y volvía de la escuela por la tarde, hambriento, era comer la torta de miel que hacía mamá Golde, bien empapada en leche....mmmmm, riquisimísimo. Aprovechando mi último viaje de visita a mi casa natal de Moisés Ville le pedí a mamá la preparáramos juntos de modo de ver de "tomar algo" de todo su talento culinario y, más importante, publicar la receta de mode que perdure...(ya publiqué otras tales como los "Knishes Super premium..."; "Kreplaj Fusión"; "Varenikes de papas y cebolla caramelizada"; "Latkes de Papa, una...", etc). Es una receta muy tradicional de la cocina judía de Europa Central y, como casi todas las recetas de este tipo, tiene casi tantas versiones "auténticas y originales" como mamás o bobes judías...Esta que publico según la disfruté en este viaje y durante toda mi infancia, es una excelente versión, palabra de hijo! Para una savarín grande (30 cms):
- 2 tazas de harina leudante
- 5 huevos
- 1 taza de azúcar
- 1/2 taza de aceite
- 1/2 taza de miel
- 1/2 tacita de té o café (le daría color más oscuro)
- 1/2 copita de licor seco o coñac
- 1 cucharadita de canela
- 1 pizca de sal
- 1 pizca de clavo de olor
- 1/2 cucharadita de polvo de hornear
- 1/2 cucharadita de bicarbonato de sodio
- 1/2 taza de nueces partidas
- algunas gotas de jugo fresco de limón
Encendemos el horno. En un bol grande batimos los ingredientes líquidos salvo las claras; mezclamos los secos y los incorpormamos.
Batimos las claras con una pizca de sal y cuando están llegando a punto nieve agregamos unas gotas de limón y de a poco todo el azúcar, continuando el batido hasta formar un merengue.
Incorporamos las clara a la mezcla, primero un tercio mezclando y luego el resto realizando con una espátula movimientos suaves y envolventes. Colocamos en el savarín ligeramente aceitado; dejamos descansar unos minutos y, "muy importante" dice mamá, damos unos golpecitos en la base para hacer desaparecer grumos o burbujitas que pudiera haber.
Llevamos a horno moderado por unos 30' (estará lista cuando veamos se despega del molde y haya tomado un atractivo color dorado oscuro). Retiramos y dejamos orear sobre rejilla.
Una sencilla y deliciosa torta de miel, muy tradicional dentro de las familias judías de Europa Central y carísima a los placeres culinarios de mi propia infancia.
- 2 tazas de harina leudante
- 5 huevos
- 1 taza de azúcar
- 1/2 taza de aceite
- 1/2 taza de miel
- 1/2 tacita de té o café (le daría color más oscuro)
- 1/2 copita de licor seco o coñac
- 1 cucharadita de canela
- 1 pizca de sal
- 1 pizca de clavo de olor
- 1/2 cucharadita de polvo de hornear
- 1/2 cucharadita de bicarbonato de sodio
- 1/2 taza de nueces partidas
- algunas gotas de jugo fresco de limón
Encendemos el horno. En un bol grande batimos los ingredientes líquidos salvo las claras; mezclamos los secos y los incorpormamos.
Batimos las claras con una pizca de sal y cuando están llegando a punto nieve agregamos unas gotas de limón y de a poco todo el azúcar, continuando el batido hasta formar un merengue.
Incorporamos las clara a la mezcla, primero un tercio mezclando y luego el resto realizando con una espátula movimientos suaves y envolventes. Colocamos en el savarín ligeramente aceitado; dejamos descansar unos minutos y, "muy importante" dice mamá, damos unos golpecitos en la base para hacer desaparecer grumos o burbujitas que pudiera haber.
Llevamos a horno moderado por unos 30' (estará lista cuando veamos se despega del molde y haya tomado un atractivo color dorado oscuro). Retiramos y dejamos orear sobre rejilla.
Una sencilla y deliciosa torta de miel, muy tradicional dentro de las familias judías de Europa Central y carísima a los placeres culinarios de mi propia infancia.