Cuando vez pasada hice los ravioles integrales de calabaza y salvia me sobró un poco de masa, razón por la cual se me ocurrió este sencillísimo plato que resultó de-li-cio-so, una prueba más que con harina integral por un lado e ingredientes bien simples por el otro se pueden hacer platos muy ricos, además de nutritivos y livianos (la calidad de los ingredientes es crucial, claro). Para 2 personas:
MASA
- 150 g de harina integral
- 50 g de harina común
- 2 huevos
- 1 cucharada de aceite
- agua adicional si hiciera falta
- 1 pizca de sal y pimienta blanca
SALSA
- 1/2 kg de tomates cherries cortados al medio
- 1 diente de ajo picado
- 2 cucharadas de aceite de oliva
- 1 cucharada de perejil picado
- queso parmesano recién rallado
- sal y pimienta negra recién molida.
Preparamos la masa del modo habitual (ver: "Masa para Pasta al Huevo, Técnicas Básicas"); como la harina integral absorbe algo más de líquido tal vez haga falta adicionar algo de agua.
En una cacerola calentamos abundante agua con sal (1litro de agua y 10 g de sal cada 100 g de pasta).
Y ahora un trabajito en simultáneo bien rapidito: cuando el agua rompe a hervir ponemos a saltear en una sartén grande el ajo picado con el aceite de oliva y una pizca de sal; echamos luego la pasta al agua y los tomates cherries cortados por la mitad a la sartén. Cuando la pasta está al dente, unos 2', la escurrimos dejándole algo de agua y la volcamos a la sartén mezclando bien.
Salpimentamos y servimos de inmediato esparciendo por encima el parmesamo recién rallado, el perejil picado y un chorrito de aceite de oliva.
No hace falta más para un delicioso plato de pasta. Y con harina integral!