Los kreplaj eran uno de los platos favoritos de mi infancia, me encantaban, los devoraba. Son una pasta muy típica de la cocina judía centro-europea en forma de capelletis-grandes y rellenos básicacamente con "la-carne-que-habia" -según cuenta mamá Golde- y mucha cebollita. La salsa por su parte era un poco más de cebolla salteada en aceite, nada más, eso sobraba para constituirse en una festín difíl de superar en la memoria de mi paladar por tantas otras sofisticadas exquisiteces que fui probando a la largo de la vida... Los recreé ayer para un almuerzo de familia y gustaron mucho, aunque mi hermanita-mayor Elisa, que los ponderó mucho, dijo que todavía no eran como aquellos que hacía mamá Golde, claro, obvio...Acá va la receta en una versión muy sencilla, cada uno podrá enriquecerla según su gusto o estilo o, tal como sucedía con nuestras mamás/abuelas, según lo que tenían en la alacena o el presupuesto les permitía adquirir... Para 4 a 6 personas, calculando unos 8 kreplaj por ración:
MASA
- 400 g de harina refinada (0000)
- 2 huevos
- 100 cc de agua
- 2 cucharadas de aceite
- 1 cucharadita de sal
RELLENO
- 750 g de carne magra
- 500 g de cebolla
- 2 huevos
- aceite c/n
- sal y pimienta negra
SALSA
- 250 g de cebolla
- aceite c/n
- sal y pimienta negra
En un bol mezclamos los ingredientes de la masa, integramos, volcamos sobre superficie de trabajo apenas enharinada y amasamos por unos minutos; cubrimos y dejamos reposar por lo menos por 30´. Estiramos hasta el penúltimo punto de la máquina, dejamos orear.
Picamos los 3/4 kg de cebolla y salteamos en el aceite a fuego muy suave.
Cortamos la carne en trocitos pequeños o desmenuzamos con un procesador.
Cuando la cebolla comenzó a tomar color, retiramos 1/3 de la misma e incorporamos la carne desmenuzada; cocinamos por unos 5´ mezclando cada tanto, salpimentamos y dejamos entibiar.
Agregamos los huevos batidos y mezclamos bien.
Con un molde o cortante hacemos cuadrados de masa de aprox 10 cm de lado.
Con una cucharita vamos poniendo el relleno sobre cada cuadrado, pincelamos con agua los bordes, doblamos en forma de triángulo, sellamos presionando con los dedos, tomamos dos de los extremos, los unimos presionando bien y dando la forma características de los kreplaj-capelletis. Dejamos reposar sobre superficie enharinada y cubiertos por un repasador.
Ponemos a hervir abundante agua con sal.
Ponemos a calentar la cebolla reservada en una sartén grande y a fuego muy suave (adicionamos un poco de aceite si hace falta).
Echamos la pasta en el agua hirviendo y luego de 5`retiramos, escurrimos y volcamos dentro de la sartén; salteamos por 2´ y servimos esparciendo por encima un poco de pimienta negra recién molida.
Una pasta de un sabor muy sencillo pero que difícilmente falle, especialmente si el comensal, como en mi caso, tiene desde su más temprana infancia sellado este sabor en su paladar...
MASA
- 400 g de harina refinada (0000)
- 2 huevos
- 100 cc de agua
- 2 cucharadas de aceite
- 1 cucharadita de sal
RELLENO
- 750 g de carne magra
- 500 g de cebolla
- 2 huevos
- aceite c/n
- sal y pimienta negra
SALSA
- 250 g de cebolla
- aceite c/n
- sal y pimienta negra
En un bol mezclamos los ingredientes de la masa, integramos, volcamos sobre superficie de trabajo apenas enharinada y amasamos por unos minutos; cubrimos y dejamos reposar por lo menos por 30´. Estiramos hasta el penúltimo punto de la máquina, dejamos orear.
Picamos los 3/4 kg de cebolla y salteamos en el aceite a fuego muy suave.
Cortamos la carne en trocitos pequeños o desmenuzamos con un procesador.
Cuando la cebolla comenzó a tomar color, retiramos 1/3 de la misma e incorporamos la carne desmenuzada; cocinamos por unos 5´ mezclando cada tanto, salpimentamos y dejamos entibiar.
Agregamos los huevos batidos y mezclamos bien.
Con un molde o cortante hacemos cuadrados de masa de aprox 10 cm de lado.
Con una cucharita vamos poniendo el relleno sobre cada cuadrado, pincelamos con agua los bordes, doblamos en forma de triángulo, sellamos presionando con los dedos, tomamos dos de los extremos, los unimos presionando bien y dando la forma características de los kreplaj-capelletis. Dejamos reposar sobre superficie enharinada y cubiertos por un repasador.
Ponemos a hervir abundante agua con sal.
Ponemos a calentar la cebolla reservada en una sartén grande y a fuego muy suave (adicionamos un poco de aceite si hace falta).
Echamos la pasta en el agua hirviendo y luego de 5`retiramos, escurrimos y volcamos dentro de la sartén; salteamos por 2´ y servimos esparciendo por encima un poco de pimienta negra recién molida.
Una pasta de un sabor muy sencillo pero que difícilmente falle, especialmente si el comensal, como en mi caso, tiene desde su más temprana infancia sellado este sabor en su paladar...