Una deliciosa pasta en donde por una vez el tomate no está en la salsa sino en la pasta misma, tornándola especialmente atractiva y sabrosa; la salsa a su vez es intencionalmente sencilla y aromática, además de muy fácil de preparar. Para 2 personas como único plato:
PASTA
- 1 huevo + 2 yemas
- 2 tomates redondos medianos
- 1 cucharada de pimentón dulce
- 1 cucharada de aceite de oliva
- 1/2 cucharadita de sal
- 1 pizca de pimienta blanca
SALSA
- 2 cucharadas de aceite de oliva
- 1 diente de ajo
- 2 ramas de tomillo fresco
- parmesano recién rallado
- perejil picado
Pelamos los tomates pasándolos por agua hirviendo, cortamos, quitamos las semillas, procesamos y cocinamos en una sartén con una cucharada de aceite de oliva por 10´ a los efectos de concentrar color y sabor. Una vez se enfrió lo mezclamos con el huevo, las 2 yemas, la sal y la pimienta.
A partir de aquí preparamos la pasta del modo habitual (ver: "Masa para pasta al huevo, técnicas básicas"), estiramos hasta el penúltimo punto de la máquina y la cortamos en aprox 1/2 cm de ancho. Enharinamos, cubrimos y reservamos.
Ponemos a hervir abundante agua con sal (siempre debe ser relativamente abundante el agua a los efectos de que se mantenga la temperatura al incorporar la pasta).
En una sartén grande salteamos las hojas de romero y el ajo picados en el aceite de oliva con una pizca de sal.
Ponemos la pasta en el agua hirviendo y la retiramos apenas rompe a hervir nuevamente; escurrimos y volcamos en la sartén junto con un cucharón del agua de la cocción; mezclamos, cocinamos por 1´ más y emplatamos esparciendo por encima parmesano recién rallado, perejil picado, un chorro de aceite de oliva y pimienta negra.
Experimenten hacer esta pasta, verán como alegran espíritus y paladares propios y convidados!
PASTA
- 1 huevo + 2 yemas
- 2 tomates redondos medianos
- 1 cucharada de pimentón dulce
- 1 cucharada de aceite de oliva
- 1/2 cucharadita de sal
- 1 pizca de pimienta blanca
SALSA
- 2 cucharadas de aceite de oliva
- 1 diente de ajo
- 2 ramas de tomillo fresco
- parmesano recién rallado
- perejil picado
Pelamos los tomates pasándolos por agua hirviendo, cortamos, quitamos las semillas, procesamos y cocinamos en una sartén con una cucharada de aceite de oliva por 10´ a los efectos de concentrar color y sabor. Una vez se enfrió lo mezclamos con el huevo, las 2 yemas, la sal y la pimienta.
A partir de aquí preparamos la pasta del modo habitual (ver: "Masa para pasta al huevo, técnicas básicas"), estiramos hasta el penúltimo punto de la máquina y la cortamos en aprox 1/2 cm de ancho. Enharinamos, cubrimos y reservamos.
Ponemos a hervir abundante agua con sal (siempre debe ser relativamente abundante el agua a los efectos de que se mantenga la temperatura al incorporar la pasta).
En una sartén grande salteamos las hojas de romero y el ajo picados en el aceite de oliva con una pizca de sal.
Ponemos la pasta en el agua hirviendo y la retiramos apenas rompe a hervir nuevamente; escurrimos y volcamos en la sartén junto con un cucharón del agua de la cocción; mezclamos, cocinamos por 1´ más y emplatamos esparciendo por encima parmesano recién rallado, perejil picado, un chorro de aceite de oliva y pimienta negra.
Experimenten hacer esta pasta, verán como alegran espíritus y paladares propios y convidados!