Las galletas marinas o marineras se denominan así porque se las preparaba especialmente para cargar en los barcos y que se mantuvieran crocantes y sabrosas durante mucho tiempo. Se las preparaba con harina, agua, sal, levadura y grasa de cerdo, reemplazada en este caso por manteca. (Ya tengo publicada una receta de galletas marinas: http://www.elartedeamasar.com/2010/11/galletas-marineras-bien-sequitas-y.html, ambas son buenas, cuestión de gustos). Para 2 fuentes de horno:
- 500 g de harina 000 (común)
- 300 g de agua
- 20 g de levadura fresca
- 50 g de manteca pomada (o margarina o grasa)
- 1 cucharadita colmada de sal
- 1 cucharadita de azúcar
En un bol pequeño mezclamos la levadura con el agua, el azúcar y 1/4 de la harina; esperamos unos 15´a que comience a espumar.
Hacemos una corona con el resto de la harina y la sal y en su centro volcamos la espuma y la manteca. Vamos incorporando de a poco la harina al centro, mezclando, y una vez integrada amasamos por unos 10´ hasta obtener una masa suave y sedosa. Bollamos y dejamos levar en bol pincelado con aceite y cubierto hasta que duplique su volumen, de 45´ a 90´ según la temperatura ambiente.
Volcamos la masa sobre una superficie ligeramente enharinada, la desgasificamos y con un palote la estiramos delgada y de forma rectangular. La volcamos sobre si misma, volvemos a estirar repitiendo el proceso un par de veces.
Con un molde circular cortante del diámetro deseado (8 cms en este caso) damos forma a las galletas y las vamos colocando en asaderas espolvoreadas con semolina o polenta. La masa sobrante la volvemos a estirar y cortar.
Horneamos a 18* por 15´ a 20´ hasta que se vean doraditas.
Retiramos, dejamos enfriar sobre rejilla y guardamos en bolsa de nylon.
Mientras redactaba y mateaba comí unas que preparé hace unos días, riquísimas!