Una exquisita pizza de la cual siempre tenemos que hacer "alguna más" en los eventos, desaparece con extrema rapidez...Los colores, los sabores contrastantes, las diferentes texturas, conforman una pizza que hace honor a cualquier mesa!
MASA, para 4 pizzas
Para caramelizar las cebollas las cortamos en juliana y cocinamos en una cacerola con unas gotas de aceite y un poco de agua a fuego muy suave por 45´ a 60´ mezclando cada tanto. En un momento veremos que la cebolla comienza a oscurece, señal que se está caramelizando; agregamos unas gotas de aceto balsámico, mezclamos y retiramos del fuego.
La salsa de tomates propuesta es simplemente tomate maduro procesado y condimentado con sal pimienta, orégano, ají molido y un poco de aceite de oliva. Si no es época de tomates o estamos muy apurados podemos también emplear tomate triturado de buena calidad.
Pasado el tiempo de levado volcamos la masa sobre la superficie de trabajo, desgasificamos, dividimos en 4 partes, bollamos y dejamos reposar en superficie enharinada y cubiertos al menos por 30´ y hasta unas 2 hs (al emplear poca levadura la masa se mantiene relajada y sin levar por bastante tiempo).
MASA, para 4 pizzas
- 500 g de harina 0000 (refinada)
- 10 g de levadura fresca
- 300 cc de agua
- 50 cc de aceite de oliva
- 1 cucharadita colmada de sal
- 1/4 cucharadita de pimienta blanca
COBERTURA , por pizza
- 500 g de cebolla
- 10 g de levadura fresca
- 300 cc de agua
- 50 cc de aceite de oliva
- 1 cucharadita colmada de sal
- 1/4 cucharadita de pimienta blanca
COBERTURA , por pizza
- 500 g de cebolla
- 50 a 75 g de queso azul (según intensidad de sabor)
- 1 puñado de aceitunas negras descarozadas
- salsa de tomates frescos
- salsa de tomates frescos
- aceite de oliva
- sal y pimienta negra recién molida
- sal y pimienta negra recién molida
Hacemos una corona con la harina y la sal por fuera y en su centro volcamos el agua y disolvemos la levadura; incorporamos con cuidado la harina y cuando comienza a formarse la masa agregamos el aceite. Amasamos por unos minutos, cubrimos y esperamos unas 3 hs hasta a que duplique su volumen; la masa debe quedar bastante húmeda. El tiempo de levado depende de la cantidad de levadura empleada y la temperatura ambiente; también podemos reducir la cantidad de levadura y dejar levar más lentamente la masa en la heladera, los resultados bien valen el tiempo de esper
Para caramelizar las cebollas las cortamos en juliana y cocinamos en una cacerola con unas gotas de aceite y un poco de agua a fuego muy suave por 45´ a 60´ mezclando cada tanto. En un momento veremos que la cebolla comienza a oscurece, señal que se está caramelizando; agregamos unas gotas de aceto balsámico, mezclamos y retiramos del fuego.
La salsa de tomates propuesta es simplemente tomate maduro procesado y condimentado con sal pimienta, orégano, ají molido y un poco de aceite de oliva. Si no es época de tomates o estamos muy apurados podemos también emplear tomate triturado de buena calidad.
Pasado el tiempo de levado volcamos la masa sobre la superficie de trabajo, desgasificamos, dividimos en 4 partes, bollamos y dejamos reposar en superficie enharinada y cubiertos al menos por 30´ y hasta unas 2 hs (al emplear poca levadura la masa se mantiene relajada y sin levar por bastante tiempo).
Encendemos el horno con bastante anticipación, las piedras refractarias deben estar tan calientes como sea posible.
Con la mano o ayuda de un palote estiramos los bollos bien delgados dándoles forma rectangular y alargada (ello va a facilitar cortar porciones relativamente pequeñas y comerlas con la mano); pincelamos con la salsa de tomates y con una pala vamos depositando las pizzas de inmediato sobre la piedra del horno muy caliente y a máxima temperatura. La idea es marcarlas de 3´a 5´, dependiendo de la temperatura de la piedra, de modo de facilitar el trabajo a la hora de recibir a los comensales.
A la hora del servicio, con el horno muy caliente y a máxima temperatura distribuimos sobre la/s pizza/s la cebolla caramelizada y por encima trocitos de queso azul y aceitunas negras. Opcionalmente, un poco de peperoncino si nos gusta picante.
Con la ayuda de una pala la depositamos sobre la piedra y retiramos cuando la masa se vea crujiente y el queso comience a gratinarse. Rociamos con aceite de oliva y servimos de inmediato.
Una pizza de la cual habitualmente nos honran con felicitaciones...
Con la mano o ayuda de un palote estiramos los bollos bien delgados dándoles forma rectangular y alargada (ello va a facilitar cortar porciones relativamente pequeñas y comerlas con la mano); pincelamos con la salsa de tomates y con una pala vamos depositando las pizzas de inmediato sobre la piedra del horno muy caliente y a máxima temperatura. La idea es marcarlas de 3´a 5´, dependiendo de la temperatura de la piedra, de modo de facilitar el trabajo a la hora de recibir a los comensales.
A la hora del servicio, con el horno muy caliente y a máxima temperatura distribuimos sobre la/s pizza/s la cebolla caramelizada y por encima trocitos de queso azul y aceitunas negras. Opcionalmente, un poco de peperoncino si nos gusta picante.
Con la ayuda de una pala la depositamos sobre la piedra y retiramos cuando la masa se vea crujiente y el queso comience a gratinarse. Rociamos con aceite de oliva y servimos de inmediato.
Una pizza de la cual habitualmente nos honran con felicitaciones...