Un risotto sabroso, colorido y preparado de un modo bastante sencillo y personal, que espero les sirva de inspiración para alguna de estas comidas de cuarentena. La receta, para 4 a 6:
- 250 g de carnaroli o arboreo (o doble carolina en su defecto)
- 6 remolachas medianas
- 1 cebolla grande picada
- 4 dientes de ajo picados
- 100 g de queso azul desgranado
- 1/2 taza de vino blanco (o tinto ligero)
- 1 cucharada de manteca
- 1 cucharada de aceite de oliva
- 2 cucharadas de nueces picadas grueso
- 2 cubos de caldo de verduras
- Pimienta y, opcionalmente, peperoncino o ají molido
En 1 y 1/2 litro de agua cocinamos las remolachas hasta que estén tiernas y hacia el final de la cocción agregamos los cubos de caldo.
Retiramos y pelamos las remolachas; las reincorporamos reservando una para decorar licuamos o procesamos. Pimentamos y mantenemos a fuego mínimo. (El caldo y el queso azul deberían aportar suficiente sal).
En una sartén grande derretimos a fuego bajo la manteca con el aceite de oliva y salteamos la cebolla y los ajos hasta que apenas comiencen a adquirir color.
Agregamos el arroz, revolvemos y luego de 3 minutos desglasamos con el vino.
Una vez absorbido el vino vamos agregando el caldo de a cucharones, siempre revolviendo, y en la medida que el anterior se haya absorbido.
Cuando el arroz esté al dente, de 15 a 20 minutos, apagamos el fuego, agregamos 2/3 del queso azul, revolvemos y esperamos unos minutos antes de servir. El arroz debe estar al dente y al mismo tiempo el risotto bastante húmedo, cremoso.
Servimos decorando con el resto del queso azul, las nueces y algunas rodajitas de la remolacha. Un toque de peperoncino le viene bien, según mi gusto personal.