Estos scones tienen la particularidad del empleo de yogurt en lugar de leche o agua, lo que les da una mayor densidad y un sabor ligeramente ácido muy agradable; la adición de un buen parmesano redondea un bizcocho riquísimo, que se puede comer tanto sólo como untado con algún queso crema o un rico con jamón serrano; son además fáciles y muy rápidos de preparar. Para 8 a 10 piezas de 6 a 8cms de diámetro:
- 300g de harina 000 (de fuerza)
- 1 pote de yogur natural (190 a 200 ml)
- 100g de manteca
- 3 cucharadas de parmesano recién rallado
- 10 g de polvo de hornear (una cucharada no muy colmada)
- 1 cucharadita de sal
- 1 cucharadita de azúcar
Encendemos el horno. Batimos la manteca con el azúcar, agregamos la sal y luego el yogurt; continuamos batiendo y vamos incorporando de a poco la harina previamente mezclada con el polvo de hornear y el queso rallado.
Volcamos sobre la superficie de trabajo enharinada y amasamos hasta integrar. Dejamos reposar unos minutos.
Estiramos con un palote hasta un grosor de 1cms, doblamos por la mitad y presionamos suavemente con las manos hasta lograr un grosor de aprox 1,5cms.
Con un molde cortante de 6 a 8 cms de diámetro damos forma a las piezas y las colocamos en una asadera previamente pincelada con aceite o enharinada. Recuperamos los trozos de masa y volvemos a amasar y dar forma.
Retiramos y dejamos hornear sobre rejilla.
- 300g de harina 000 (de fuerza)
- 1 pote de yogur natural (190 a 200 ml)
- 100g de manteca
- 3 cucharadas de parmesano recién rallado
- 10 g de polvo de hornear (una cucharada no muy colmada)
- 1 cucharadita de sal
- 1 cucharadita de azúcar
Encendemos el horno. Batimos la manteca con el azúcar, agregamos la sal y luego el yogurt; continuamos batiendo y vamos incorporando de a poco la harina previamente mezclada con el polvo de hornear y el queso rallado.
Volcamos sobre la superficie de trabajo enharinada y amasamos hasta integrar. Dejamos reposar unos minutos.
Estiramos con un palote hasta un grosor de 1cms, doblamos por la mitad y presionamos suavemente con las manos hasta lograr un grosor de aprox 1,5cms.
Con un molde cortante de 6 a 8 cms de diámetro damos forma a las piezas y las colocamos en una asadera previamente pincelada con aceite o enharinada. Recuperamos los trozos de masa y volvemos a amasar y dar forma.
Retiramos y dejamos hornear sobre rejilla.