Unas galletas preparadas hace ya un tiempo y que vale la pena recordar. Para unas 50 unidades de 6 cms de diámetro:
- 100 g de harina de arroz
- 100 g de fécula de maíz
- 100 g de fécula de mandioca
- 50 g de semillas de lino
- 65 ml de aceite
- 65 ml de agua
- 1 huevo grande ligerramente batido
- sal a gusto
En un bol mezclamos los sólidos, hacemos un hueco en el medio y vertemos dentro los líquidos. Con la ayuda de un cornete integramos y luego amasamos hasta formar una masa suave y ligeramente húmeda, ajustando si hiciera falta con pequeñas cantidades de harina o agua.
Envolvemos en papel film y dejamos reposar unos minutos. Encendemos el horno.
Con un palote estiramos la masa hasta un grosor de 1/2 cm, espolvoreándola lo necesario con harina de arroz; con un molde cortante hacemos las galletas de la forma y el tamaño deseados. Los restos de masa los juntamos y volvemos a estirar.
Colocamos las galletas en asaderas ligeramente engrasadas y horneamos a 200* por unos 25* hasta que comiencen a tomar color y se vean crocantes.
Retiramos del horno, dejamos orear sobre rejilla y conservamos en un recipiente hermético.
- 100 g de harina de arroz
- 100 g de fécula de maíz
- 100 g de fécula de mandioca
- 50 g de semillas de lino
- 65 ml de aceite
- 65 ml de agua
- 1 huevo grande ligerramente batido
- sal a gusto
En un bol mezclamos los sólidos, hacemos un hueco en el medio y vertemos dentro los líquidos. Con la ayuda de un cornete integramos y luego amasamos hasta formar una masa suave y ligeramente húmeda, ajustando si hiciera falta con pequeñas cantidades de harina o agua.
Envolvemos en papel film y dejamos reposar unos minutos. Encendemos el horno.
Con un palote estiramos la masa hasta un grosor de 1/2 cm, espolvoreándola lo necesario con harina de arroz; con un molde cortante hacemos las galletas de la forma y el tamaño deseados. Los restos de masa los juntamos y volvemos a estirar.
Colocamos las galletas en asaderas ligeramente engrasadas y horneamos a 200* por unos 25* hasta que comiencen a tomar color y se vean crocantes.
Retiramos del horno, dejamos orear sobre rejilla y conservamos en un recipiente hermético.