En un folleto de una casa de empanadas se ofrecían entre otras unas de calabaza, muzzarella, provolone y verdeo que atraparon mi atención; decidí entonces experimentar con mi propia versión y empleando calabaza asada, salieron muy recomendables! Para 20 empanadas:
- 500 g de harina 0000 (refinada)
- 250 g de agua
- 50 cc de aceite
- 1 cucharadita de sal
- 1/4 cucharadita de pimienta blanca
RELLENO
- 1 kg de calabaza
- 200 g de muzzarella rallada o troceada
- 100 g de provolone rallado
- 3 cebollas de verdeo
- aceite de oliva c/n
- 1 huevo + otro para pintar
- sal y pimienta
- ají molido o peperoncino opcional, según dulzor de la calabaza
Hacemos un volcán con la harina y volcamos en su centro el agua, el aceite, la sal y la pimienta. Integramos los ingredientes y amasamos hasta lograr una masa tierna y suave. Colocamos en bolsa de nylon y dejamos reposar por lo menos por 30´.
Hacemos algunos cortes en la calabaza y la ponemos a hornear hasta tiernizar, unos 30´; dejamos entibiar, quitamos cáscara y semillas y hacemos un puré.
Picamos la parte blanca de la cebolla de verdeo y la salteamos hasta dorar apenas en una sartén con un poco de aceite de oliva. Picamos la parte verde más tierna de las cebollas y reservamos.
Mezclamos el puré con la cebolla de verdeo, los quesos y el huevo batido y condimentamos a gusto.
Con la ayuda de un palote estiramos la masa sobre una superficie enharinada hasta un grosor de aprox 1/2 cm y con un molde cortante hacemos las tapas (los restos los juntamos y volvemos a amasar y estirar, nada se pierde...).
Colocamos una cuchara no muy llena de relleno sobre cada tapa, cerramos, hacemos el repulgue de nuestro gusto y colocamos sobre una asadera ligeramente engrasada.
Pincelamos con huevo y horneamos a 200* / 220* por unos 15´, hasta que se vean bien doradas.
Una vez sacadas del horno, si hay gente alrededor desaparecerán desaparecen seguramente rapidísimo!
- 500 g de harina 0000 (refinada)
- 250 g de agua
- 50 cc de aceite
- 1 cucharadita de sal
- 1/4 cucharadita de pimienta blanca
RELLENO
- 1 kg de calabaza
- 200 g de muzzarella rallada o troceada
- 100 g de provolone rallado
- 3 cebollas de verdeo
- aceite de oliva c/n
- 1 huevo + otro para pintar
- sal y pimienta
- ají molido o peperoncino opcional, según dulzor de la calabaza
Hacemos un volcán con la harina y volcamos en su centro el agua, el aceite, la sal y la pimienta. Integramos los ingredientes y amasamos hasta lograr una masa tierna y suave. Colocamos en bolsa de nylon y dejamos reposar por lo menos por 30´.
Hacemos algunos cortes en la calabaza y la ponemos a hornear hasta tiernizar, unos 30´; dejamos entibiar, quitamos cáscara y semillas y hacemos un puré.
Picamos la parte blanca de la cebolla de verdeo y la salteamos hasta dorar apenas en una sartén con un poco de aceite de oliva. Picamos la parte verde más tierna de las cebollas y reservamos.
Mezclamos el puré con la cebolla de verdeo, los quesos y el huevo batido y condimentamos a gusto.
Con la ayuda de un palote estiramos la masa sobre una superficie enharinada hasta un grosor de aprox 1/2 cm y con un molde cortante hacemos las tapas (los restos los juntamos y volvemos a amasar y estirar, nada se pierde...).
Colocamos una cuchara no muy llena de relleno sobre cada tapa, cerramos, hacemos el repulgue de nuestro gusto y colocamos sobre una asadera ligeramente engrasada.
Pincelamos con huevo y horneamos a 200* / 220* por unos 15´, hasta que se vean bien doradas.
Una vez sacadas del horno, si hay gente alrededor desaparecerán desaparecen seguramente rapidísimo!