Una tarta liviana y muy sabrosa, para salirnos un poco de la tradicional pascualina de espinacas, cebolla y huevos. Para una tarta mediana, para 2 personas como única comida:
MASA (o una tapa comprada...)
- 200g de harina - 60 cc de aceite
- 60 cc de agua
- 1/2 cucharadita de sal
- 1 pizca de pimienta blanca
COBERTURA
- 150 g de hojas de espinacas tiernas
- 150 g de queso brie en cubos pequeños
- 50 g de hongos secos- 3 huevos
- 1 pote de yogurt natural (o crema)
- 1 diente de ajo
- 2 cucharadas de aceite de oliva
- 1 copa de vino tinto suave
Ponemos en un recipiente a hidratar los hongos en el vino tinto por lo menos por una hora (si estamos muy "aceleramos" el proceso con unos minutos en microondas).
Para la masa, como siempre, en un bol mezclamos todos los ingredientes, amasamos hasta integrar y dejamos reposar dentro de una bolsa de nylon.
Lavamos las espinacas (deben ser tiernas), escurrimos, quitamos los cabos y troceamos con la mano.
Escurrimos los hongos, reservando el líquido, y cortamos en trozos. Encendemos el horno.
En una sartén salteamos el ajo picado en el aceite de oliva y apenas comienza a tomar color incorporamos los hongos hidratados; luego de unos minutos añadimos el vino reservado de la hidratación y cocinamos hasta que los hongos se tiernicen y el líquido se haya absorbido y/o evaporado casi completamente.
Batimos los huevos con el yogurt y salpimentamos.
Estiramos la masa, forramos la tartera previamente enmantecada o pincelada con aceite (salvo que sea de teflón), volcamos dentro las espinacas, la mezcla de huevo, los hongos secos y los trozos de brie.
Horneamos a 180* / 200* por unos 30´, hasta que el queso comience a gratinar y la masa se vea doradita.
Una tarta muy sabrosa, nutritiva y diferente, la recomiendo comer tibiecita!