Mi hija Ceci me dio la alegría de proponerme que cocinemos juntos algo en casa (ya publicaré el zafadísimo plato que hicimos con su inspiración...) y al comentarle yo que tenía ganas de hacer una "ensalada de pasta y pesto" ella me comentó: yo tengo un pesto de remolachas, paaa..., que lo trajo. Y con un poco de sus ideas y un poco de las mías armamos esta ensalada que resultó riquísima y, digamos, bastante original... Para 2 personas:
- 2 remolachas
- 1 naranja pelada a vivo y troceada
- 2 cucharadas de aceite de oliva
- 1 cucharada de limón
- 1 cucharada de aceto balsámico
- 1 cucharada de parmesano
- 1 diente de ajo
- algunas gotas de salsa tabasco
- 1 cucharada de semillas de girasol
- 1 cucharada de salsa de soja (para las pipas)
- 1 puñado de hojas de menta fresca
- sal y pimienta
Envolvemos las remolachas en papel de aluminio y las asamos por unos 30´ hasta que estén tiernas. Dejamos enfriar, pelamos, troceamos y procesamos junto con el resto de los ingredientes de modo de lograr un pesto no demasiado denso y de sabor relativamente intenso.
Mientras, hervimos la pasta, retiramos al dente, escurrimos, rociamos con un poco de aceite de oliva, mezclamos y reservamos.
En una sartén pequeña sin aceite y a fuego suave volcamos las semillas de girasol y cuando comienzan a tostarse apagamos el fuego, agregamos la salsa de soja y mezclamos.
Mezclamos la pasta con el pesto y los trozos de naranja pelada a vivo, disponemos sobre una ensaladera y por encima las semillas de girasol tostadas y las hojas de menta fresca.
Esta ensalada nos encantó a Ceci y a mí, es fresca, nutritiva y con muy atractivos matices de sabores y texturas.
- 2 remolachas
- 1 naranja pelada a vivo y troceada
- 2 cucharadas de aceite de oliva
- 1 cucharada de limón
- 1 cucharada de aceto balsámico
- 1 cucharada de parmesano
- 1 diente de ajo
- algunas gotas de salsa tabasco
- 1 cucharada de semillas de girasol
- 1 cucharada de salsa de soja (para las pipas)
- 1 puñado de hojas de menta fresca
- sal y pimienta
Envolvemos las remolachas en papel de aluminio y las asamos por unos 30´ hasta que estén tiernas. Dejamos enfriar, pelamos, troceamos y procesamos junto con el resto de los ingredientes de modo de lograr un pesto no demasiado denso y de sabor relativamente intenso.
Mientras, hervimos la pasta, retiramos al dente, escurrimos, rociamos con un poco de aceite de oliva, mezclamos y reservamos.
En una sartén pequeña sin aceite y a fuego suave volcamos las semillas de girasol y cuando comienzan a tostarse apagamos el fuego, agregamos la salsa de soja y mezclamos.
Mezclamos la pasta con el pesto y los trozos de naranja pelada a vivo, disponemos sobre una ensaladera y por encima las semillas de girasol tostadas y las hojas de menta fresca.
Esta ensalada nos encantó a Ceci y a mí, es fresca, nutritiva y con muy atractivos matices de sabores y texturas.