Son una suerte de sabrosos y crocantes grisines con semillas de quinoa, un cereal andino muy nutritivo; la recetas es bastante sencilla.:
- 300 g de harina 000
- 175 g de agua
- 10 g de levadura
- 2 cucharadas de aceite + adicional para pintar
- 7 g de sal,1 cucharadita bastante colmada
- 1 cucharadita de extracto de malta o miel
- 50 g de semillas de quinoa
Hacemos una corona con la harina y la sal por fuera y en el medio echamos el agua, la levadura y el extracto de malta (o miel); mezclamos con cuidado (de no hacer enchastre...), incorporamos el aceite y amasamos por unos minutos hasta que la masa quede suave y sedosa. Dejamos reposar en bol cubierto hasta que duplique su volúmen.
Lavamos las semillas de quinoa con un doble enjuague, las dejamos un rato en el agua que debe estar ya completamente tranparente y escurrimos.
Encendemos el horno. Retiramos la masa del bol y estiramos sobre superficie enharianda formando 1 ó 2 rectángulos con unos 10 cms en uno de los lados; cortamos tiras que luego estiramos hasta lograr un largo de 25 a 30 cms; los pintamos con aceite y los hacemos rodar sobre las semillas de quinoa presionando un poco para que se adhieran bien; los ubicamos sobre una asadera engrasada o enharinada, cubrimos y dejamos levar por otros 15'.
Horneamos a temperatura moderada por unos 20', deben quedar bien sequitos. Retiramos y dejamos enfriar sobre rejilla.
Estos bastoncitos resultan una linda alternativa para comenzar a emplear la quinoa.