Una pasta experimental muy recomendable, tanto por su sabor como por su facilidad y rapidez de preparación. Para 2 personas:
MASA
- 220 g de harina 0000 (la más refinada)
- 2 huevos grandes
- aceite de oliva c/n (según el tamaño de los huevos)
1 cucharadita de pimienta verde recién molida
- 1/2 cucharadita de sal
SALSA
- 50 g de manteca
- sal entrefina
- pimienta verde recién molida
- queso parmesano recién rallado
- hojas de orégano fresco
Preparamos la masa del modo habitual (ver: "Masa para Pasta al Huevo, Técnicas Básicas") y estiramos hasta el último punto de la máquina, salvo que la pimienta no esté suficientemente molida en cuyo caso en este punto pueda romperse; cortamos del grosor deseado a máquina o cuchillo, enharinamos y cubrimos con un repasador.
Ponemos a hervir abundante agua con sal. En cuanto rompe el hervor, en una sartén donde pueda caber luego la pasta cocinamos la manteca a fuego suave hasta que comience tomar un color amarronado. Ponemos entonces la pasta a hervir y apenas al dente la escurrimos dejándole una pequeña cantidad de agua, y la echamos dentro de la sartén con la manteca; mezclamos bien.
Emplatamos de inmediato esparciendo por encima un poco de sal entrefina, pimienta verde molida, queso parmesano y algunas hojas de orégano fresco.
Una pasta diferente, de sabor más que interesante y bien fácil y rápida de preparar!
MASA
- 220 g de harina 0000 (la más refinada)
- 2 huevos grandes
- aceite de oliva c/n (según el tamaño de los huevos)
1 cucharadita de pimienta verde recién molida
- 1/2 cucharadita de sal
SALSA
- 50 g de manteca
- sal entrefina
- pimienta verde recién molida
- queso parmesano recién rallado
- hojas de orégano fresco
Preparamos la masa del modo habitual (ver: "Masa para Pasta al Huevo, Técnicas Básicas") y estiramos hasta el último punto de la máquina, salvo que la pimienta no esté suficientemente molida en cuyo caso en este punto pueda romperse; cortamos del grosor deseado a máquina o cuchillo, enharinamos y cubrimos con un repasador.
Ponemos a hervir abundante agua con sal. En cuanto rompe el hervor, en una sartén donde pueda caber luego la pasta cocinamos la manteca a fuego suave hasta que comience tomar un color amarronado. Ponemos entonces la pasta a hervir y apenas al dente la escurrimos dejándole una pequeña cantidad de agua, y la echamos dentro de la sartén con la manteca; mezclamos bien.
Emplatamos de inmediato esparciendo por encima un poco de sal entrefina, pimienta verde molida, queso parmesano y algunas hojas de orégano fresco.
Una pasta diferente, de sabor más que interesante y bien fácil y rápida de preparar!