Un plato ideal para una noche de invierno en familia o con amigos; un cabernet Sauvignon, o un sirah maridan muy bien, de paso. Esta versión de goulash es un tanto personal, no sigue estrictamente las reglas de uno "100% auténtico", si tal cosa existe, pero es muy sabrosa. Para 8 porciones:
GOULASH
GOULASH
- 1 kg de paleta o bola de lomo desgrasadas (pensando en carnes tiernas de cocción más rápida; es posible emplear también carnes más fibrosas cocinándolas más tiempo)
- 1/2 taza de harina
- 100 g de panceta ahunada cortada en tiras delgadas
- aceite, cantidad necesaria
- 100 g de panceta ahunada cortada en tiras delgadas
- aceite, cantidad necesaria
- 2 cebollas grandes picadas
- 3 dientes de ajo grandes en rodajas delgadas
- 1 pimiento morrón rojo y uno verde picados
- 1 lata de tomate cubeteado de muy buena calidad
- 1 cucharada colmada de paprika (+ ó - según gusto)
- 1 taza de vino tinto
- sal y pimienta negra
- perejil picado para decorar (opcional)
SPEATZEL
- perejil picado para decorar (opcional)
SPEATZEL
- 500 g de harina
- 8 huevos grandes
- 1 cucharadita de sal
- 1/4 cucharadita de pimienta blanca
- 1/4 cucharadita de pimienta blanca
- 1/4 cucharadita de nuez moscada
- 100 ml de leche o agua (cantidad aproximada)
- 100 ml de leche o agua (cantidad aproximada)
Cortamos la carne en cubos y la pasamos por harina.
En una sartén grande y en lo posible pesada calentamos el aceite y salteamos a fuego suave las tiritas de panceta de modo que vayan liberando su materia grasa y sabor.
Una vez doradas subimos el fuego a máximo, incorporamos los trozos de carne, los cocinamos hasta dorar apenas y retiramos del fuego.
En una sartén grande y en lo posible pesada calentamos el aceite y salteamos a fuego suave las tiritas de panceta de modo que vayan liberando su materia grasa y sabor.
Una vez doradas subimos el fuego a máximo, incorporamos los trozos de carne, los cocinamos hasta dorar apenas y retiramos del fuego.
En la misma sartén adicionamos si hiciera falta un poco de aceite y salteamos hasta la cebolla, el ajo y los pimientos por unos 10', hasta que estén tiernos. Condimentamos con la paprika y pimienta, agregamos la carne, luego el vino y después de 2 ó 3' el caldo y los tomates; revolvemos, tapamos y cocinamos por una hora revolviendo cada tanto. Revisamos y corregimos sabor (es bien probable que por la panceta y el caldo no haya necesidad de añadir sal). Dejamos reposar por lo menos 30' y tanto como nos sea posible antes de servir; como todos los guisados sabrá siempre mejor al día siguiente.
Para preparar los speatzel, en un bol mediano batimos los huevos con la sal; añadimos la harina y mezclamos hasta lograr una masa pegajosa, más bien líquida, para lo cual iremos añadiendo la leche o agua que encontremos necesaria. Cuánto más chirle la mezcla más pequeñas saldrán las piezas y más rápido subirán a la superficie. Dejamos reposar unos 30' y ponemos a hervir agua con un poco de sal.
Con un cucharón vamos colocando la mezcla en la "speatzlera" y con movimientos rápidos de ida y vuelta vamos dejándola caer sobre el agua hirviendo (podemos emplear también un colador grueso o una lata con agujeros de aprox 1 cm de diámetro).
Los retiramos en la medida en que van subiendo a la superficie y volcamos en un bol grande con agua helada para cortar la cocción. Reservamos luego en un recipiente con un poco de aceite neutro para que no se peguen.
A la hora servir calentamos la pasta en una sartén grande con algo más de aceite, mezclando.
Emplatamos poniendo en la mitad del plato el goulash y en la otra mitad los speatzle; decoramos con perejil picado (lo omitimos en la foto)
Los retiramos en la medida en que van subiendo a la superficie y volcamos en un bol grande con agua helada para cortar la cocción. Reservamos luego en un recipiente con un poco de aceite neutro para que no se peguen.
A la hora servir calentamos la pasta en una sartén grande con algo más de aceite, mezclando.
Emplatamos poniendo en la mitad del plato el goulash y en la otra mitad los speatzle; decoramos con perejil picado (lo omitimos en la foto)
Un plato sustancioso y sabroso, ideal para compartirlo en familia o con amigos en una noche invernal.