Habitualmente hago pizzas a la piedra sobre la cual he estudiado muchísimas variantes a partir, básicamente, de la pizza napolitana más "ortodoxa". A veces sin embargo algunos alumnos, con más algunos amigos, me piden la pizza de molde tipo media masa "porteña" de la cual por supuesto hay unas cuantas versiones. Va aquí esta versión que acabo de preparar y degustar, bastante fácil de preparar y que puede llegar a gustar mucho a los que buscan este estilo. Para 2 pizzas grandes:
MASA
- 500 g de harina 000 (común)
- 300 ml de agua
- 1 cucharada de aceite
- 15 a 20 g de levadura fresca
- 1 cucharadita de sal
- 1 cucharadita de azúcar
COBERTURA, PARA 2 PIZZAS
- 600 g de muzzarella cortada en trozos pequeños o rallada
- 2 tomates perita grandes maduros
- 2 cucharaditas de adobo para pizzas (el que prefieran)
- sal, pimienta negra recién molida y orégano
- aceite, preferentemente de oliva (aunque pocas pizzerías porteñas lo emplean)
En un bol mediano volcamos la harina mezclada con la sal, hacemos un hueco en el centro, echamos dentro el agua y disolvemos la levadura junto con el azúcar. Vamos incorporando de a poco la harina al centro y cuando comienza a formarse la masa añadimos el aceite; amasamos hasta obtener una masa suave y sedosa. Cubrimos y dejamos reposar unos minutos. Encendemos el horno.
Dividimos la masa en 2 partes iguales, las bollamos, cubrimos y dejamos leudar por unos 10' en un lugar templado y sin corriente de aire.
Sobre una superficie enharinada vamos estirando la masa de forma redondeada, la llevamos a la pizzera previamente aceitada y la estiramos por toda la superficie. Cubrimos y dejamos reposar por 10'.
La pintamos con la salsa de tomate y dejamos leudar por unos 20' hasta que duplique su volumen.
Distribuimos por encima la muzzarella, esparcimos un poco de orégano y llevamos al horno bien caliente y a temperatura máxima hasta que el queso haya gratinado y la base haya comenzado a dorarse, unos 15'.
Retiramos, regamos con un aceite de oliva, pimentamos y servimos de inmediato.
La pizza salió muy buena. Y, desde ya, opciones mejoradoras siempre bienvenidas!
- 500 g de harina 000 (común)
- 300 ml de agua
- 1 cucharada de aceite
- 15 a 20 g de levadura fresca
- 1 cucharadita de sal
- 1 cucharadita de azúcar
COBERTURA, PARA 2 PIZZAS
- 600 g de muzzarella cortada en trozos pequeños o rallada
- 2 tomates perita grandes maduros
- 2 cucharaditas de adobo para pizzas (el que prefieran)
- sal, pimienta negra recién molida y orégano
- aceite, preferentemente de oliva (aunque pocas pizzerías porteñas lo emplean)
En un bol mediano volcamos la harina mezclada con la sal, hacemos un hueco en el centro, echamos dentro el agua y disolvemos la levadura junto con el azúcar. Vamos incorporando de a poco la harina al centro y cuando comienza a formarse la masa añadimos el aceite; amasamos hasta obtener una masa suave y sedosa. Cubrimos y dejamos reposar unos minutos. Encendemos el horno.
Dividimos la masa en 2 partes iguales, las bollamos, cubrimos y dejamos leudar por unos 10' en un lugar templado y sin corriente de aire.
Sobre una superficie enharinada vamos estirando la masa de forma redondeada, la llevamos a la pizzera previamente aceitada y la estiramos por toda la superficie. Cubrimos y dejamos reposar por 10'.
La pintamos con la salsa de tomate y dejamos leudar por unos 20' hasta que duplique su volumen.
Distribuimos por encima la muzzarella, esparcimos un poco de orégano y llevamos al horno bien caliente y a temperatura máxima hasta que el queso haya gratinado y la base haya comenzado a dorarse, unos 15'.
Retiramos, regamos con un aceite de oliva, pimentamos y servimos de inmediato.
La pizza salió muy buena. Y, desde ya, opciones mejoradoras siempre bienvenidas!