Un pan experimental que resultó para mi gusto excelente; la cerveza negra le aporta a la ya sabrosa combinación de masa madre y centeno una riqueza y un sabor excepcional (mientras lo comía pensé que una cucharada de kummel le vendría muy bien, será para la próxima). Para 2 panes grandes:
- 350 g de harina común o de fuerza (000 en Arg)
- 300 g de harina de centeno
- 500 cc de cerveza negra
- 10 g de levadura fresca
- 1 cucharada de miel
- 3 cucharadas de aceite
- 15 g de sal
- 1 cucharada de semillas de kummel, opcional
Retiramos la masa madre de la heladera y en un bol la desmenuzamos en la cerveza negra y mezclamos con la harina de trigo; cubrimos y dejamos a la madre atemperarse y comenzar a "desperezarse" (burbujear) por 1 ó 2 hs (el tiempo depende de la temperatura ambiente y el tipo de masa madre, aunque finalmente excederse un rato no le afecta, el proceso es muy lento).
Una vez atemperada la masa le incorporamos la levadura desgranda mezclando un poco y luego el resto de los ingredientes. Volvemos a mezclar, volcamos sobre una superficie de trabajo enharinada y amasamos por unos 15´ hasta obtener una masa suave y sedosa; la bollamos y colocamos en un bol pincelado con aceite y por lo menos el doble de su volúmen; cubrimos y dejamos levar hasta que duplique su volúmen, unos 90´. Repetimos el proceso.
Encendemos el horno. Desgasificamos nuevamente la masa, la dividimos en 2 partes iguales, le damos la forma deseada y colocamos en una asadera espolvoreada con harina de centeno. Cubrimos y dejamos levar nuevamente por unos 30´ mientras el horno termina de calentarse.
Floreamos los panes con harina de centeno, con un cuter o cuchillo filoso le efecutamos algunos cortes y horneamos en horno prehumidificado, a 200*, por unos 35´ hasta que se vean bien cocidos y su base suene hueca.
Retiramos del horno y dejamos orear sobre una rejilla.
Un pan para mi gusto excepcional, espero que alguien se anime a prepararlo y comparta su impresión.
- 350 g de harina común o de fuerza (000 en Arg)
- 300 g de harina de centeno
- 500 cc de cerveza negra
- 10 g de levadura fresca
- 1 cucharada de miel
- 3 cucharadas de aceite
- 15 g de sal
- 1 cucharada de semillas de kummel, opcional
Retiramos la masa madre de la heladera y en un bol la desmenuzamos en la cerveza negra y mezclamos con la harina de trigo; cubrimos y dejamos a la madre atemperarse y comenzar a "desperezarse" (burbujear) por 1 ó 2 hs (el tiempo depende de la temperatura ambiente y el tipo de masa madre, aunque finalmente excederse un rato no le afecta, el proceso es muy lento).
Una vez atemperada la masa le incorporamos la levadura desgranda mezclando un poco y luego el resto de los ingredientes. Volvemos a mezclar, volcamos sobre una superficie de trabajo enharinada y amasamos por unos 15´ hasta obtener una masa suave y sedosa; la bollamos y colocamos en un bol pincelado con aceite y por lo menos el doble de su volúmen; cubrimos y dejamos levar hasta que duplique su volúmen, unos 90´. Repetimos el proceso.
Encendemos el horno. Desgasificamos nuevamente la masa, la dividimos en 2 partes iguales, le damos la forma deseada y colocamos en una asadera espolvoreada con harina de centeno. Cubrimos y dejamos levar nuevamente por unos 30´ mientras el horno termina de calentarse.
Floreamos los panes con harina de centeno, con un cuter o cuchillo filoso le efecutamos algunos cortes y horneamos en horno prehumidificado, a 200*, por unos 35´ hasta que se vean bien cocidos y su base suene hueca.
Retiramos del horno y dejamos orear sobre una rejilla.
Un pan para mi gusto excepcional, espero que alguien se anime a prepararlo y comparta su impresión.