Una receta fácil y útil para estos días de cuarentena:
- 250 g de harina 000 (común), 2 tazas
- 150 ml de agua ml de agua, 3/4 taza
- 5 g de levadura seca (1/2 sobre)
- 1 cucharada de aceite
- 1 cucharadita de azúcar
- 1/2 cucharadita de sal
- sémola para espolvorear (o harina)
En un bol mezclamos los ingredientes secos, hacemos un hueco en el medio y echamos dentro el agua.
Con un cornete o cuchara y luego con la mano vamos integrando los ingrediente y formando un bollo.
Volcamos sobre una superficie ligeramente enharinada y amasamos hasta obtener una masa suave y relativamente firme.
Bollamos, colocamos en un bol, cubrimos y dejamos leudar hasta que duplique su volumen, unos 60´.
Desgasificamos, volvemos a bollar, cubrimos y dejamos reposar otros 30´. Encendemos el horno a 150* (mínimo).
Espolvoreando lo necesario con sémola (o en su defecto con harina), con un palo de amasar (o en su defecto una botella...) estiramos la masa hasta formar un rectángulo de unos 25 cms de ancho y 1/2 cm de grosor (también podemos emplear una máquina de pastas, nos permitirá estirar la masa delgada y pareja).
Con un cortapastas o cuchillo vamos cortando en tiras del ancho deseada y colocándolas en una asadera espolvoreada también con sémola.
Horneamos hasta que los grisines se vean dorados, unos 30 minutos.
Unas vez fríos los conservamos en envase de vidrio o bolsa de nylon. Si sobran...