En una Clase para Parejas preparamos como principal esta exquisita pasta cuya receta comparto. Para 4 porciones:
MASA
- 200 g de harina 0000
- 2 huevos
- ¼ cucharadita de sal
RELLENO
- 1 remolacha grande o varias chicas (250 g una vez horneadas y peladas)
- 100 a 125 g de queso azul, según su intensidad de sabor
- 1 yema de huevo
- Pimienta, nuez moscada y sal (en general muy poca)
SALSA
- 75 g de manteca
- 2 cucharadas de semillas de amapola
- 1 cucharada de hojas de salvia fresca
troceadas
- Sal y pimienta negra recién molida
- Ciboulette picada para decorar
Envolvemos las remolachas en papel de aluminio y horneamos a 200* hasta que se hayan tiernizado, unos 60’ (si son grandes las horneamos cortadas al medio).
Las desenvolvemos, dejamos enfriar, pelamos, troceamos y procesamos junto con el queso azul y la yema de huevo. Condimentamos con pimienta, nuez moscada; revisamos sabor y salamos si hiciera falta.
Preparamos la pasta del modo habitual, la estiramos hasta el punto 8 de la máquina y la dividimos en 2 ó 4 tiras de tamaño similar.
Ponemos una tira previamente enharinada sobre el molde elegido, rellenamos con una cuchara, cubrimos con la otra tira, presionamos suavemente para quitar el aire y luego pasamos un palo por encima para sellar y cortar. Al volcar sobre la mesa completamos eventualmente el corte con un cortapastas. Reservamos sobre superficie enharinada y cubiertos por un repasador. Recuperamos la masa sobrante y volvemos a estirar.
En una sartén grande calentamos la manteca a fuego medio y cuando comienza a oscurecerse y despedir su olor característico incorporamos las hojas de salvia y las semillas de amapola. Salpimentamos y luego de 2’ reducimos a “fuego corona”.
Cocinamos los ravioles al dente, no más de 2´, escurrimos y volcamos dentro de la sartén con la manteca negra. Mezclamos y servimos en platos precalentados. Decoramos con la ciboulette picada.
MASA
- 200 g de harina 0000
- 2 huevos
- ¼ cucharadita de sal
RELLENO
- 1 remolacha grande o varias chicas (250 g una vez horneadas y peladas)
- 100 a 125 g de queso azul, según su intensidad de sabor
- 1 yema de huevo
- Pimienta, nuez moscada y sal (en general muy poca)
SALSA
- 75 g de manteca
- 2 cucharadas de semillas de amapola
- 1 cucharada de hojas de salvia fresca
troceadas
- Sal y pimienta negra recién molida
- Ciboulette picada para decorar
Envolvemos las remolachas en papel de aluminio y horneamos a 200* hasta que se hayan tiernizado, unos 60’ (si son grandes las horneamos cortadas al medio).
Las desenvolvemos, dejamos enfriar, pelamos, troceamos y procesamos junto con el queso azul y la yema de huevo. Condimentamos con pimienta, nuez moscada; revisamos sabor y salamos si hiciera falta.
Preparamos la pasta del modo habitual, la estiramos hasta el punto 8 de la máquina y la dividimos en 2 ó 4 tiras de tamaño similar.
Ponemos una tira previamente enharinada sobre el molde elegido, rellenamos con una cuchara, cubrimos con la otra tira, presionamos suavemente para quitar el aire y luego pasamos un palo por encima para sellar y cortar. Al volcar sobre la mesa completamos eventualmente el corte con un cortapastas. Reservamos sobre superficie enharinada y cubiertos por un repasador. Recuperamos la masa sobrante y volvemos a estirar.
En una sartén grande calentamos la manteca a fuego medio y cuando comienza a oscurecerse y despedir su olor característico incorporamos las hojas de salvia y las semillas de amapola. Salpimentamos y luego de 2’ reducimos a “fuego corona”.
Cocinamos los ravioles al dente, no más de 2´, escurrimos y volcamos dentro de la sartén con la manteca negra. Mezclamos y servimos en platos precalentados. Decoramos con la ciboulette picada.