Mamá Golde y tía Marga (94 jovencísimos años a la fecha) hacían unas tartas de manzanas que eran la delicia de la familia: tibias, frías, solas, con crema, con helado, siempre riquísimas. Al punto que ya hace muchos años, creo que aún en mi época de "economista junior", pedí a ambas la receta, cuyo manuscrito por esa cosas de la cuarentena acaban de reaparecer. Y no puede resistir la tentación de prepararla, aunque aligerando un poco la masa, adaptándola digamos a los tiempos que corren: tía Marga empleaba 200 g de harina + 200 de manteca + 1 huevo (mamá Golde lo omitía) y yo la hice con una suerte de masa quebrada liviana que quedó muy bien, la tarta salió muy rica sin ánimo por supuesto de competir con ninguna de ambas. La receta, empleando una fuente de horno de aprox 25 x 15 cms (la que disponía):
MASA
- 200 g de harina 0000 (refinada)
- 100 g de manteca fría, cortada en cubitos
- 100 g de azúcar
- 1/4 cucharadita de sal
- 2 ó 3 cucharadas de agua fría
RELLENO
- 1 kg de manzanas verdes, peladas y ralladas
- 2 ó 3 cucharadas de nueces partidas
- 2 cucharadas de pasas de uva
- 1 cucharada de jugo de limón
- 1/2 cucharadita de canela en polvo
- azúcar para espolvorear
En un bol mezclamos la harina con el azúcar y la sal, agregamos los cubitos de manteca y con un cornete o tenedor vamos formando un granulado grueso. Agregamos el agua fría de a cucharadas, sólo las necesarias para integrar los ingredientes. La idea es amasar lo menos posible de modo de no desarrollar el gluten ni derretir la manteca. Aplastamos un poco, envolvemos en papel film y llevamos a la heladera al menos por media hora.
Encendemos el horno a 175* (3/4 temperatura de un horno convencional).
En un bol mezclamos los ingredientes del relleno, agregando eventualmente un poco de azúcar en función del gusto personal y la acidez de las manzanas.
Sobre una superficie ligeramente enharinada aplastamos el bollo y lo estiramos con un palote hasta un grosor de 1/2 cm (también podemos estirar dentro del papel film evitando adicionar harina).
Tomamos 2/3 de la masa y forramos la tartera con sus bordes (se se rompe emparchamos, no es problema). Estiramos el resto de masa para cubrir completamente la tarta o con tiras tal como en la foto.
Volcamos dentro el relleno, emparejamos y cubrimos completamente con otra tapa de masa o con tiras ligeramente espaciadas como en la foto.
Espolvoreamos con azúcar y cocinamos por unos 45 minutos, hasta que la masa se vea dorada.
Recordando a ambas se me dibuja una sonrisa y....se me pianta un lagrimón.