lunes, 11 de julio de 2016

RAVIOLES DE BERENJENA, MUZZARELLA, PARMESANO Y MENTA, EN SALSA SUAVE DE TOMATES Y ORÉGANO

Hurgando entre mis propias recetas encontré esta del 2011 que vuelvo a publicar con algunos ajustes y simplificaciones (estuvo buena entonces y creo estará mejor ahora); es una masa colorida y sabrosa con un relleno de un sorprendente sabor, delicado, sensual y muy persistente. Para 4 personas:

MASA
- 200 g de harina 000
-     2 huevos grandes
-     1/2 cucharadita de cúrcuma
-     1 pizca de sal

RELLENO
- 500 g de berenjenas peladas
-   50 g de parmesano rallado
-   75 g de muzzarella
-    20 hojas grandes de menta
-      1 huevo
-   1/2 taza aceite neutro (girasol o maiz)
-         sal y pimienta

SALSA
- 500 g de tomates frescos maduros
-     1 cucharada de hojas de orégano fresco
-           aceite de oliva
-           sal y pimienta negra recién molida

Realizamos la masa del modo habitual (ver "Masa para Pasta al Huevo") disolviendo previamente la cúrcuma en los huevos.

Cortamos las berenjenas en cubos pequeños y freímos en aceite neutro a fuego medio por unos 5'; retiramos y dejamos escurrir primero sobre colador y luego sobre papel absorbente.

Procesamos los tomates y cocinamos en una sartén con el aceite de oliva y las hojas de orégano, por media hora, a fuego suave, revolviendo cada tanto.

En un bol mezclamos las berenjenas con los quesos, la menta y el huevo; pimentamos y reservamos en la heladera.

Estiramos la masa hasta el último punto de la máquina, dividimos en 2 tiras. Colocamos una tira sobre una superficie enharinada y con una cucharita y vamos colocando el relleno dejando unos 2 cms de espacio entre cada uno y también los bordes. Cubrimos con ls otra tira, presionamos alrededor de los rellenos para quitar el aire y cortamos con cortapastas. Reservamos enharinados y cubierto con un repasador.

Hervimos en abundante agua con sal por no más de 2', retiramos al dente, escurrimos y volcamos sobre la salsa a fuego suave revolviendo bien.

Servimos en platos precalentados espolvoreando con el parmesano rallado, regando con un chorro de aceite de oliva y decorando con algunas hojitas de orégano fresco.

Una delicia!