Es un pan relativamente simple de hacer, casi convencional, pero la masa madre, la miel y las semillas de amapola le dan un toque distintivo. (Veremos también una alternativa a la masa madre que le da un carácter similar). Para 2 moldes de aprox 30 x 10:
- 450 g de harina 000
- 200 g de masa madre
- 300 g de agua
- 5 g de levadura fresca
- 10 g de miel (1 cucharada al ras)
- 20 g de manteca o margarina
- 12 g de sal (2 cucharaditas
- semillas de amapola p/decorar
En reemplazo de la masa madre, podemos hacer el día anterior una masa con 150 g de harina, 100 cc de agua y un poquito de levadura y una vez comenzó a levar la llevamos a la heladera hasta el día siguiente; la retiramos unas dos horas antes de realizar el pan. Es una aceptable alternativa.
Hacemos una corona con la harina y la sal por fuera y en el medio echamos el agua, la levadura, la miel y la masa madre desmenuzada; vamos incorporando la harina al líquido y al comenzar a amasar añadimos la manteca blanda; amasamos por unos 10', bollamos y dejamos levar en bol cubierto hasta que duplique el tamaño, unos 90', dependiendo de la temperatura del ambiente y la cantidad de levadura empleada.
Retiramos del bol, desgasificamos, dividimos en 2 agregando un poco de harina si hiciera falta y dejamos descansar unos minutos.
Encendemos el horno, damos forma, colocamos en los moldes, cubrimos y dejamos levar unos 45'.
Horneamos en horno prehumidificado bien caliente y luego de unos 5' bajamos un poco la temperatura. Cuando los veamos bien doradito, luego de unos 20'-25', retiramos y dejamos entibiar sobre una rejilla.
Es un pan bastante relativament sencillo y muy rico!