Un delicioso y nutritivo pan integral, muy recomendable! Para un pan mediano:
- 250 g de harina integral
- 250 g de harina (000) común
- 200 cc de agua
- 100 cc de leche
- 20 g de levadura fresca
- 2 cucharadas de miel
- 2 cucharadas de aceite neutro
- 1 cucharadita colmada de sal
Dejamos remojar la quinoa un rato en agua y luego la lavamos unos minutos bajo un chorro de agua. Hervimos en 2 tazas de agua hasta que esta se haya absorbido, aprox 15´. Dejamos entibiar a temperatura ambiente.
En un bol disolvemos la levadura con el agua, la leche y la harina común; mezclamos, cubrimos y esperamos hasta que comience a espumar, unos 30´.
Añadimos el resto de los ingredientes (reservamos 2 cucharadas de quinoa para decorar), integramos, volcamos sobre una superficie apenas enharinada y amasamos por unos 15´ hasta obtener una masa suave y elástica. Durante el transcurso del amasado procuramos siempre adicionar la menor cantidad de harina posible, es muy importante resistir la tentación...
Hacemos un bollo y lo dejamos levar en un bol pincelado con aceite y cubierto hasta que duplique su volúmen, de 60´ a 90´.
Retiramos, desgasificamos, volvemos a bollar cubrimos y dejamos reposar 15´. Encendemos el horno.
Damos al pan la forma deseada, lo colocamos sobre una asadera engrasada o enharinada, lo pincelamos con agua o aceite, floreamos con los granos reservados de quinoa, cubrimos con un repasador húmedo y volvemos a dejar levar hasta que -casi- duplique su volúmen, unos 45´ aunque si hace mucho calor (como ahora en Buenos Aires) con 30´ puede ser suficiente.
Horneamos en horno prehumidificado y a 200* por unos 30´, hasta que el pan se vea bien cocido y la masa suene hueca. Retiramos y dejamos orear sobre rejilla.
Un pan muy nutritivo, diferente y exquisito!