Los Pretzel que se ofrecen en Buenos Aires, así como las recetas que habitualmente se publican (también las de las escuelas de cocina que conozco) refieren a unos lindos y crocantes bollos horneados con una forma típica.
La receta tradicional de los pretzel sin embargo indica pasarlos previamente por agua hirviendo con bicarbonato lo cual les da una textura, humedad y sabor marcadamente diferente y especial.
Ayer a título experimental los preparé de ambas maneras y si bien los "simplemente horneados" estaban buenos e incluso más lindos, el sabor y la textura de los "tradicionales" me resultan mucho más apetitosos. Queda en el lector la posibilidad de prepararlos de ambas maneras y elegir y elegir por sí mismo. Para 12 unidades:
La receta tradicional de los pretzel sin embargo indica pasarlos previamente por agua hirviendo con bicarbonato lo cual les da una textura, humedad y sabor marcadamente diferente y especial.
Ayer a título experimental los preparé de ambas maneras y si bien los "simplemente horneados" estaban buenos e incluso más lindos, el sabor y la textura de los "tradicionales" me resultan mucho más apetitosos. Queda en el lector la posibilidad de prepararlos de ambas maneras y elegir y elegir por sí mismo. Para 12 unidades:
- 500 g de harina 000 (común)
- 300 cc de agua
- 50 g de manteca pomada
- 50 g de manteca pomada
- 25 de levadura fresca
- 1 cucharadita colmada de azúcar
- 1 cucharadita de sal
- 1 cucharada de bicarbonato
- sal gruesa y/o semillas para decorar
En un bol con el agua disolvemos la levadura junto con la mitad de la harina y el azúcar; esperamos unos 15´ hasta que comience a espumar.
Añadimos el resto de la harina, la sal y la manteca, mezclamos, volcamos sobre una superficie de trabajo apenas enharinada y amasamos hasta obtener una masa lisa y elástica (debe dejar de pegarse en la mesa). Hacemos un bollo y lo dejamos levar en bol engrasado y cubierto hasta que duplique su volumen, aprox una hora.
Una vez leudado desgasificamos el bollo, lo dividimos en 12 partes iguales que volvemos a bollar y dejamos reposar por 15´ cubiertos por un repasador.
Hacemos con cada bollo un choricito de 50 cms de largo, damos forma (ver foto) y colocamos sobre una asadera pincelada con aceite; cubrimos y dejamos levar por 30´.
En una sartén o cacerola ponemos a calentar abundante agua y cuando rompió a hervir agregamos el bicarbonato y vamos echando dentro los pretzel de a 1 ó 2 que cocinamos por unos 20" de cada lado. Retiramos, escurrimos y colocamos sobre un repasador seco.
Luego de unos minutos los pasamos a una asadera ligeramente aceitada, pincelamos con el huevo batido y floreamos con sal gruesa y o algunas semillas (empleamos sésamo común y sésamo negro).
Horneamos a 220* por 12´ a 15´, hasta que se vean bien dorados.
Retiramos y dejamos entibiar sobre rejilla antes de probarlos. O lo intentamos al menos...
En un bol con el agua disolvemos la levadura junto con la mitad de la harina y el azúcar; esperamos unos 15´ hasta que comience a espumar.
Añadimos el resto de la harina, la sal y la manteca, mezclamos, volcamos sobre una superficie de trabajo apenas enharinada y amasamos hasta obtener una masa lisa y elástica (debe dejar de pegarse en la mesa). Hacemos un bollo y lo dejamos levar en bol engrasado y cubierto hasta que duplique su volumen, aprox una hora.
Una vez leudado desgasificamos el bollo, lo dividimos en 12 partes iguales que volvemos a bollar y dejamos reposar por 15´ cubiertos por un repasador.
Hacemos con cada bollo un choricito de 50 cms de largo, damos forma (ver foto) y colocamos sobre una asadera pincelada con aceite; cubrimos y dejamos levar por 30´.
En una sartén o cacerola ponemos a calentar abundante agua y cuando rompió a hervir agregamos el bicarbonato y vamos echando dentro los pretzel de a 1 ó 2 que cocinamos por unos 20" de cada lado. Retiramos, escurrimos y colocamos sobre un repasador seco.
Luego de unos minutos los pasamos a una asadera ligeramente aceitada, pincelamos con el huevo batido y floreamos con sal gruesa y o algunas semillas (empleamos sésamo común y sésamo negro).
Horneamos a 220* por 12´ a 15´, hasta que se vean bien dorados.
Retiramos y dejamos entibiar sobre rejilla antes de probarlos. O lo intentamos al menos...