Una original y riquísima pizza a la piedra, sobre una idea -bastante modificada- de Epicurious.
MASA, para 4 pizzas medianas
- 500 g de harina 0000 (refinada)
- 5 a 10 g de levadura fresca
- 300 cc de agua
- 50 cc de aceite de oliva
- 1 cucharadita colmada de sal
- 1/4 cucharadita de pimienta blanca
- 5 a 10 g de levadura fresca
- 300 cc de agua
- 50 cc de aceite de oliva
- 1 cucharadita colmada de sal
- 1/4 cucharadita de pimienta blanca
COBERTURA, por pizza
- 100 g aprox de hojas de espinacas una vez lavadas y escurridas
- 75 g de muzzarella rallada o en trozos pequeños
- 50 g de gruyere rallado
- 1 diente de ajo picado
- 1 cucharada de aceite de oliva + adicional para regar la pizza
- sal y abundante pimienta negra recién molida
- salsa de tomates frescos (ver abajo)
Hacemos una corona con la harina y la sal por fuera y en su centro volcamos el agua y disolvemos la
levadura; incorporamos con cuidado la harina y cuando comienza a formarse la masa agregamos el aceite.
Amasamos por unos minutos (la masa debe quedar casi pegajosa), cubrimos y esperamos unas 2 hs hasta a que duplique su volumen. El tiempo de levado depende de la cantidad de levadura empleada y la temperatura ambiente; es conveniente reducir la cantidad de levadura y dejar levar más lentamente la masa, incluso en la heladera; los resultados bien valen el tiempo de espera.
La salsa de tomates propuesta es simplemente tomate maduro procesado y condimentado discretamente con sal pimienta, orégano, ají molido y un poco de aceite de oliva. Si no es época de tomates o estamos muy apurados podemos también emplear tomate triturado de buena calidad.
Pasado el tiempo de levado volcamos la masa sobre la superficie de trabajo, desgasificamos, dividimos en 4 partes, bollamos y dejamos reposar en superficie enharinada y cubiertos al menos por 30´ y hasta unas 2 hs (al emplear poca levadura la masa se mantiene relajada y sin levar por bastante tiempo).
- 100 g aprox de hojas de espinacas una vez lavadas y escurridas
- 75 g de muzzarella rallada o en trozos pequeños
- 50 g de gruyere rallado
- 1 diente de ajo picado
- 1 cucharada de aceite de oliva + adicional para regar la pizza
- sal y abundante pimienta negra recién molida
- salsa de tomates frescos (ver abajo)
Hacemos una corona con la harina y la sal por fuera y en su centro volcamos el agua y disolvemos la
levadura; incorporamos con cuidado la harina y cuando comienza a formarse la masa agregamos el aceite.
Amasamos por unos minutos (la masa debe quedar casi pegajosa), cubrimos y esperamos unas 2 hs hasta a que duplique su volumen. El tiempo de levado depende de la cantidad de levadura empleada y la temperatura ambiente; es conveniente reducir la cantidad de levadura y dejar levar más lentamente la masa, incluso en la heladera; los resultados bien valen el tiempo de espera.
La salsa de tomates propuesta es simplemente tomate maduro procesado y condimentado discretamente con sal pimienta, orégano, ají molido y un poco de aceite de oliva. Si no es época de tomates o estamos muy apurados podemos también emplear tomate triturado de buena calidad.
Pasado el tiempo de levado volcamos la masa sobre la superficie de trabajo, desgasificamos, dividimos en 4 partes, bollamos y dejamos reposar en superficie enharinada y cubiertos al menos por 30´ y hasta unas 2 hs (al emplear poca levadura la masa se mantiene relajada y sin levar por bastante tiempo).
Encendemos el horno con mucha anticipación, las piedras refractarias deben estar tan calientes como sea posible.
Con la mano o ayuda de un palote estiramos los bollos delgados dándoles forma rectangular.
Pincelamos las pizzas con la salsa de tomates y con una pala las vamos depositando sobre la piedra del horno a máxima temperatura. La idea es marcarlas apenas de modo de facilitarnos el trabajo al recibir a los comensales.
Pincelamos las pizzas con la salsa de tomates y con una pala las vamos depositando sobre la piedra del horno a máxima temperatura. La idea es marcarlas apenas de modo de facilitarnos el trabajo al recibir a los comensales.
Procesamos el/los diente/s de ajo con una cucharada de aceite de oliva por cada uno.
A la hora pincelamos cada pizza con el aceite de oliva con ajo y cubrimos con la muzzarella y el gruyere; pimentamos generosamente. La/s colocamos sobre la piedra a temperatura máxima y con el horno muy caliente y retiramos cuando los quesos comienzan a derretirse.
Retiramos del horno, cubrimos con las hojas de espinaca (parecerán muchísimas), salamos y volvemos a poner sobre la piedra por unos 4´más, hasta que la masa se vea crocante y las espinacas se hayan reducido.
Retiramos del horno, cubrimos con las hojas de espinaca (parecerán muchísimas), salamos y volvemos a poner sobre la piedra por unos 4´más, hasta que la masa se vea crocante y las espinacas se hayan reducido.
Retiramos, regamos con un poco de aceite de oliva y servimos de inmediato.
Esperamos comentarios de los lectores que se hayan tentado lo suficiente como para preparalas, seguramente no se defraudaron....