Un pan además de saludable muy sabroso, crocante por fuera y tierno por dentro. No es mucho el trabajo que requiere en tanto tengamos la masa madre, pero sí bastante paciencia y un poco de técnica y práctica. La receta, orientativa, para 1 pan grande (hicimos 2 pero haría falta un horno grande):
- 400 g de harina integral + adicional para espolvorear
- 150 g de masa madre (al 50% de agua)
- 340 ml de agua (la cantidad puede variar un poco, según la calidad de la harina empleada)
- 10 a 12 g de sal (1 cucharadita)
Retiramos la masa madre de la heladera y la disolvemos en un bol con el agua y la mitad de la harina.
Pasadas 1 ó 2 horas agregamos la sal y luego el resto de la harina, integramos, volcamos sobre una superficie ligeramente enharinada y estiramos la masa y la volcamos sobre sí misma durante unos minutos.
Retornamos al bol pincelado con aceite y cubrimos. Repetimos el estirado de la masa cada media hora durante 2 a 2 y 1/2 horas.
Dejamos reposar, dividimos en 2, damos la forma del recipiente que emplearemos (empleamos 2 panettone, uno redondo de 20 cms de diámetro y otro alargado de 30 x 5 cms. Enharinamos generosamente el o los recipientes, volcamos dentro los bollos con los cierres para arriba, envolvemos con una bolsa de nylon y dejamos leudar en la heladera por unas 36 horas (el leudado es muy lento por lo cual no requiere un tiempo preciso).
Retiramos los panes 1 hora antes del horneado y precalentamos el horno a 220* (si tenemos una piedra los resultados serán mejores, en cuyo caso nos aseguraremos que haya tomado suficiente temperatura).
Colocamos una hoja de papel para horno sobre la paleta, volcamos sobre esta el pan y con una hoja de afeitar o cuchillo filoso realizamos los cortes deseados.
Rociamos el horno con abundante agua fría y colocamos el pan directamente sobre la piedra o, eventualmente, dentro de una asadera.
Horneamos por unos 40 minutos, hasta que la base suene bien crocante. Retiramos y dejamos orear sobre rejilla.
Un pan tan saludable como sabroso, que podemos además conservar bastante tiempo en la heladera sin que pierda sus cualidades. Bien vale la paciencia!
- 400 g de harina integral + adicional para espolvorear
- 150 g de masa madre (al 50% de agua)
- 340 ml de agua (la cantidad puede variar un poco, según la calidad de la harina empleada)
- 10 a 12 g de sal (1 cucharadita)
Retiramos la masa madre de la heladera y la disolvemos en un bol con el agua y la mitad de la harina.
Pasadas 1 ó 2 horas agregamos la sal y luego el resto de la harina, integramos, volcamos sobre una superficie ligeramente enharinada y estiramos la masa y la volcamos sobre sí misma durante unos minutos.
Retornamos al bol pincelado con aceite y cubrimos. Repetimos el estirado de la masa cada media hora durante 2 a 2 y 1/2 horas.
Dejamos reposar, dividimos en 2, damos la forma del recipiente que emplearemos (empleamos 2 panettone, uno redondo de 20 cms de diámetro y otro alargado de 30 x 5 cms. Enharinamos generosamente el o los recipientes, volcamos dentro los bollos con los cierres para arriba, envolvemos con una bolsa de nylon y dejamos leudar en la heladera por unas 36 horas (el leudado es muy lento por lo cual no requiere un tiempo preciso).
Retiramos los panes 1 hora antes del horneado y precalentamos el horno a 220* (si tenemos una piedra los resultados serán mejores, en cuyo caso nos aseguraremos que haya tomado suficiente temperatura).
Colocamos una hoja de papel para horno sobre la paleta, volcamos sobre esta el pan y con una hoja de afeitar o cuchillo filoso realizamos los cortes deseados.
Rociamos el horno con abundante agua fría y colocamos el pan directamente sobre la piedra o, eventualmente, dentro de una asadera.
Horneamos por unos 40 minutos, hasta que la base suene bien crocante. Retiramos y dejamos orear sobre rejilla.
Un pan tan saludable como sabroso, que podemos además conservar bastante tiempo en la heladera sin que pierda sus cualidades. Bien vale la paciencia!