Hace unos días publiqué la receta de un "Soufflé de Palta y Centolla" que me pareció una exquisitez y a la vez un poco oneroso para la moyoría de los mortales al menos de la bella ciudad de Buenos Aires... Se me ocurrió entonces explorar una receta similar pero empleando en lugar de la centolla el modesto kanikama. Y no podría afirmar que es taaaan rica como la de centolla, pero sí puedo afirmar que, sin entrar en comparaciones, está riquísima! Para 4 personas, en 4 moldes individuales o en un molde alto de unos 30 cms de diámetro:
- 250 a 300 g de kanikama a temperatura ambiente
- 3 paltas maduras
- 1 cucharada de manteca
- 1 cucharada de harina
- 400 cc de leche fría
- 4 huevos + 2 yemas
- 1 cucharada de mostaza de dijon
- 1 puñado pequeño de ciboulette
- sal, pimienta negra, pimienta de cayena
Enmantecamos el o los moldes y los llevamos a frío hasta emplearlos.
Pelamos las paltas, las descarozamos y hacemos un puré junto con la cucharada de dijon, sal, pimienta negra y pimienta de cayena. Picamos o desmenuzamos el kanikama.
Hacemos un roux con la manteca y la harina (derretimos la manteca, incorporamos la harina y cocinamos por unos instantes mezclando), incorporamos la leche fría, subimos el fuego y mezclamos constantemente hasta llegar a hervor de modo de obtener una salsa blanca liviana. Dejamos entibiar, agregamos las yemas de a una, siempre mezclando, el kanikama picado, el puré de paltas y un poco de ciboulette.
Batimos las claras a nieve y las incorporamos a la mezcla, primero un tercio mezclando bien y luego el resto con movimientos envolventes y más cuidado.
Retiramos los moldes de la heladera, los enharinamos y volcamos dentro la mezcla. (Y un "secreto" de cocinero: si con la punta del cuchillo pasamos alrededor del molde de modo de despegar un poco el huevo, el soufllé subirá más vigorosamente).
Horneamos a 180* por unos 25`, según el tamaño del molde, evitando abrir el horno antes de los 15´.
Servimos inmediatamente retiramos del horno. Un sufflé riquísimo, sin entrar en odiosas comparaciones con el de centolla...
- 250 a 300 g de kanikama a temperatura ambiente
- 3 paltas maduras
- 1 cucharada de manteca
- 1 cucharada de harina
- 400 cc de leche fría
- 4 huevos + 2 yemas
- 1 cucharada de mostaza de dijon
- 1 puñado pequeño de ciboulette
- sal, pimienta negra, pimienta de cayena
Enmantecamos el o los moldes y los llevamos a frío hasta emplearlos.
Pelamos las paltas, las descarozamos y hacemos un puré junto con la cucharada de dijon, sal, pimienta negra y pimienta de cayena. Picamos o desmenuzamos el kanikama.
Hacemos un roux con la manteca y la harina (derretimos la manteca, incorporamos la harina y cocinamos por unos instantes mezclando), incorporamos la leche fría, subimos el fuego y mezclamos constantemente hasta llegar a hervor de modo de obtener una salsa blanca liviana. Dejamos entibiar, agregamos las yemas de a una, siempre mezclando, el kanikama picado, el puré de paltas y un poco de ciboulette.
Batimos las claras a nieve y las incorporamos a la mezcla, primero un tercio mezclando bien y luego el resto con movimientos envolventes y más cuidado.
Retiramos los moldes de la heladera, los enharinamos y volcamos dentro la mezcla. (Y un "secreto" de cocinero: si con la punta del cuchillo pasamos alrededor del molde de modo de despegar un poco el huevo, el soufllé subirá más vigorosamente).
Horneamos a 180* por unos 25`, según el tamaño del molde, evitando abrir el horno antes de los 15´.
Servimos inmediatamente retiramos del horno. Un sufflé riquísimo, sin entrar en odiosas comparaciones con el de centolla...