Aún cuando significa un trabajo adicional procuro no repetir las recetas en los Talleres de los Jueves al mismo tiempo que me esmero en sorprender a los participantes con algo diferente. En el último "Taller de Panes Saborizados y Patés...", todos ellos con un cierto toque personal, propuse un postre liviano, sabroso y sorprendente también para mí por lo buenísimo que resultó. Adry y Claudia, las únicas participantes en un Jueves (8) bastante particular en Buenos Aires quedaron encantadas lo cual espero se animen a ratificar fehacientemente... El postre es muy liviano, sabroso y fácil de preparar. Para 6 ramekines individuales:
- 1 kg de pulpa de sandía sin semillas
- 2 cucharadas de azúcar (aprox s/dulzor de la sandía)
- 2 cucharadas de fécula de maíz
- 1 cucharada de jugo de limón (opcional)
- 100 g de chocolate amargo (o semi) picado groseramente
Colocamos la sandía junto con el azúcar y la fécula en una cacerola profunda y cocinamos a fuego medio mezclando constantemente hasta que rompa el hervor; la mezcla se va a tornar cremosa.
Retiramos y dejamos entibiar. Probamos sabor y si lo encontramos demasiado empalagoso adicionamos el jugo de limón, teniendo presente que cuando el postre está semicongelado el dulzor se siente menos.
Un postre muy sencillo y sorprendentemente sabroso y refrescante!
- 1 kg de pulpa de sandía sin semillas
- 2 cucharadas de azúcar (aprox s/dulzor de la sandía)
- 2 cucharadas de fécula de maíz
- 1 cucharada de jugo de limón (opcional)
- 100 g de chocolate amargo (o semi) picado groseramente
Colocamos la sandía junto con el azúcar y la fécula en una cacerola profunda y cocinamos a fuego medio mezclando constantemente hasta que rompa el hervor; la mezcla se va a tornar cremosa.
Retiramos y dejamos entibiar. Probamos sabor y si lo encontramos demasiado empalagoso adicionamos el jugo de limón, teniendo presente que cuando el postre está semicongelado el dulzor se siente menos.
Incorporamos el chocolate picado, mezclamos, colocamos en 6 ramekines (moldes) individuales y llevamos al freezer por unas 3 hs hasta que la mezcla se haya congelado sólo superficialmente quedando aún cremosa por dentro.
Si nos excedemos en el tiempo de congelado retiramos los moldes del freezer y los mantenemos en heladera por una hora antes de servir.
Un postre muy sencillo y sorprendentemente sabroso y refrescante!