Es es un pan más sencillo y fácil de hacer que otros que fui proponiendo, aporta muchas nutrientes por las semillas que lleva, sale muy rico y no lleva una gota de materia grasa adicional; buen combo, no?...
Para 3 moldes de 30x10cms:
- 1 kg harina 000
- 700 cc de agua
- 20 g de levadura
- 1 cucharada de azúcar negra
- 1 cucharada colmada de sal (unos 25g)
- 250 g de semillas (lino, girasol, sésamo, quínoa, amapola, etc)
Hacemos como siempre una corona con la harina y la sal por fuera, en su centro volcamos el agua a temperatura ambiente, la levadura y el azúcar; mezclamos, incorporamos de a poco la harina al líquido, amasamos un rato, añadimos las semillas (reservamos un poco para decorar) y continuamos amasando hasta que la masa quede suave y sedosa, unos 10'. Hacemos un bollo y dejamos levar en bol enharinado y cubierto por 60' a 90', hasta que duplique su volúmen. Retiramos, desgasificamos y repetimos el levado.
Encendemos el horno. Volcamos la masa sobre una superficie de trabajo ligeramente enharinada, dividimos en 3 partes y formamos con cada una un rectángulo, doblamos dos o tres veces sellando bien como para una baguette y colocamos en los moldes procurando ocupar toda su superficie; pintamos con agua, huevo, aceite o chuño y esparcimos por encima las semillas seleccionadas. Cubrimos y dejamos levar por otros 45' hasta que aumente su volúmen en aprox 2/3.
Horneamos en horno caliente y prehumidificado a temperatura medio alta por unos 30'. Retiramos y dejamos orear sobre rejilla.
Es un pan muy rico, sano, relativamente fácil de hacer y claramente más nutritivo que uno común.