En esta oportunidad me propuse seguir estrictamente la receta del "Chicken Pie" del libro "The Great British Book of Baking" en honor a un plato tan tradicional de la cocina británica. Algo cambié, no pude evitarlo, pero aún así respeté casi completamente el estilo. Es un plato exquisito aunque debo advertir que es para comer con moderación, ya que aún habiendo reemplazado a la crema por queso crema descremado sigue siendo bastante....calórico. Para una tartera de unos 25 cms de diámetro y 6 comensales:
MASA
- 250 g de harina leudante (en la receta original harina común más optativamente polvo de hornear)
- 150 g de manteca muy fría y cubeteada
- 1/4 cucharadita de sal
- 6 a 7 cucharadas de agua helada
RELLENO
- 500 g de supremas de pollo cubeteadas
- 200 g de champiñones fileteados o cubeteados (
- 1 cebolla mediana picada
- 1 diente de ajo picado
- 50 g de manteca
- 2 cucharadas de harina
- 250 cc de caldo de ave
- 100 g de queso crema (o crema)
- 150 g de hojas de espinacas picadas
- 2 cucharadas de perejil picado
- 2 cucharadas de aceite de oliva
- nuez moscada
- sal y pimienta negra recién molida
- 1 huevo batido para pincelar
Procesamos unos segundos la harina con la sal, incorporamos la manteca cubeteado, volvemos a procesar otros 10´´ hasta obtener un arenado grueso; , incorporamos de a poco el agua fría y procesamos hasta obtener una masa homogénea aunque no muy húmeda. Envolvemos sin apretar con papel film, estiramos un poco y llevamos a frío.
En una sartén grande calentamos el aceite de oliva, incorporamos los cubitos de pollo y los salteamos a fuego medio hasta blanquearlos; añadimos los champiñones y siempre mezclando continuamos la cocción hasta que el líquido se haya evaporado y el pollo comenzado a dorarse. Retiramos con una espumadera y allí mismo salteamos la cebolla y el ajo picado adicionando algo de aceite si hiciera falta. Juntamos luego todo en un bol.
En una sartén pequeña hacemos un roux con la manteca y la harina; incorporamos el caldo caliente y el queso crema y cocinamos a fuego suave y mezclando constantemente hasta obtener una crema densa y homogénea; agregamos las espinacas y el perejil, condimentamos con sal, pimienta y abundante nuez moscada, dejamos entibiar y mezclamos con el pollo.
Retiramos la masa de la heladera, esperamos unos minutos, tomamos aproximadamente 2/3 de la misma y con la ayuda de un palote estiramos dándole forma redondeada de un díametro algunos cms mayor que la tartera + lados.
Enrollamos la masa en el palote, la colocamos sobre la tartera y presionamos suavemente cobriéndola completamente.
Pincelamos con huevo batido y volcamos dentro el relleno.
Estiramos la masa remanente en forma circular y cubrimos sellando a nuestro gusto. Con los restos hacemos alguna decoración y asimismo con un cortante dejamos 1 ó 2 "chimeneas para que salga el vapor y no reviente la masa. Pincelamos con el huevo batido.
Llevamos a frío por unos 30´ mientras el horno va tomando temperatura.
Horneamos a 180* por unos 30´ hasta que la masa se vea bien dorada. Servimos caliente.
Una tarta tradicional, exquisita y bastante calórica. Como para degustar y disfrutar con moderación, acompañada por una ensalada de verdes, y un buen vino...
MASA
- 250 g de harina leudante (en la receta original harina común más optativamente polvo de hornear)
- 150 g de manteca muy fría y cubeteada
- 1/4 cucharadita de sal
- 6 a 7 cucharadas de agua helada
RELLENO
- 500 g de supremas de pollo cubeteadas
- 200 g de champiñones fileteados o cubeteados (
- 1 cebolla mediana picada
- 1 diente de ajo picado
- 50 g de manteca
- 2 cucharadas de harina
- 250 cc de caldo de ave
- 100 g de queso crema (o crema)
- 150 g de hojas de espinacas picadas
- 2 cucharadas de perejil picado
- 2 cucharadas de aceite de oliva
- nuez moscada
- sal y pimienta negra recién molida
- 1 huevo batido para pincelar
Procesamos unos segundos la harina con la sal, incorporamos la manteca cubeteado, volvemos a procesar otros 10´´ hasta obtener un arenado grueso; , incorporamos de a poco el agua fría y procesamos hasta obtener una masa homogénea aunque no muy húmeda. Envolvemos sin apretar con papel film, estiramos un poco y llevamos a frío.
En una sartén grande calentamos el aceite de oliva, incorporamos los cubitos de pollo y los salteamos a fuego medio hasta blanquearlos; añadimos los champiñones y siempre mezclando continuamos la cocción hasta que el líquido se haya evaporado y el pollo comenzado a dorarse. Retiramos con una espumadera y allí mismo salteamos la cebolla y el ajo picado adicionando algo de aceite si hiciera falta. Juntamos luego todo en un bol.
Retiramos la masa de la heladera, esperamos unos minutos, tomamos aproximadamente 2/3 de la misma y con la ayuda de un palote estiramos dándole forma redondeada de un díametro algunos cms mayor que la tartera + lados.
Enrollamos la masa en el palote, la colocamos sobre la tartera y presionamos suavemente cobriéndola completamente.
Pincelamos con huevo batido y volcamos dentro el relleno.
Estiramos la masa remanente en forma circular y cubrimos sellando a nuestro gusto. Con los restos hacemos alguna decoración y asimismo con un cortante dejamos 1 ó 2 "chimeneas para que salga el vapor y no reviente la masa. Pincelamos con el huevo batido.
Llevamos a frío por unos 30´ mientras el horno va tomando temperatura.
Horneamos a 180* por unos 30´ hasta que la masa se vea bien dorada. Servimos caliente.
Una tarta tradicional, exquisita y bastante calórica. Como para degustar y disfrutar con moderación, acompañada por una ensalada de verdes, y un buen vino...