viernes, 8 de febrero de 2019

RAVIOLES DE PESCADO BLANCO CON EMULSIÓN DE JENGIBRE Y SAUVIGNON BLANC


En una Clase de Cocina + Cena con una complicada en sus restricciones culinarias pero por lo demás super simpática pareja, preparamos como principal estos exquisitos y livianos ravioles de pescado fresco, muy apropiado para estos calores de Buenos Aires. La receta, para 4 porciones:

MASA
- 200 g de harina 0000
-     2 huevos
-        Semolina para espolvorear

RELLENO
- 600 g de pescado blanco, merluza o similar, en trozos pequeños
-    3  cebollas de verdeo picadas, parte verde separada de la blanca y verde tierna 
-    1 cucharada de estragón picado
-    ¼ taza de sauvignon blanc
-    1 huevo
-    1 cucharada de manteca
-    1 cucharada de aceite de oliva
-      Sal y pimienta negra recién molida

SALSA
-   50 g de jengibre fresco rallado
- 200 ml de crema de leche
-     ½ taza de Sauvignon blanc
-        Sal, pimienta y ralladura de limón

Volcamos la harina en un bol, hacemos un hueco en su centro y echamos dentro los huevos. Con un
cornete y luego con las manos vamos integrando hasta hacer un bollo. Lo volcamos sobre la superficie de trabajo y amasamos hasta obtener una masa suave y firme. Envolvemos en papel film y dejamos reposar.

Salteamos la cebolla de verdeo con la manteca y el aceite, desglasamos con el vino blanco, agregamos el estragón y el pescado, mezclamos y continuamos la cocción por 3´ó 4´.

Escurrimos para retirar el líquido excedente, dejamos entibiar, agregamos el huevo, procesamos, salpimentamos y llevamos a frío al menos 30
minutos.


Con la ayuda de un palote estiramos la masa hasta que pueda pasar por el punto más ancho de la máquina; pasamos por ese punto, doblamos en 3, volvemos a pasar por la parte abierta y repetimos 3 veces más. Pasamos luego una vez por cada punto hasta el punto 6 ó7, según la máquina. Dividimos en tiras del largo del molde raviolero.

Enharinamos la base de una tira, la colocamos sobre el molde y con una cucharita vamos colocando el relleno. Cubrimos con otra tira, presionamos suavemente y luego pasamos un rodillo de modo de marcar y cortar. Volcamos sobre la superficie de trabajo y con un cortapastas completamos el cortado. Recuperamos y volvemos a estirar la masa excedente.

Ponemos a hervir abundante agua y salamos cuando rompió el hervor.

En una sartén grande calentamos el vino blanco con el jengibre, esperamos que se evapore el alcohol y agregamos la crema, mezclando; continuamos a fuego suave hasta reducir a la mitad; salpimentamos.

Echamos la pasta dentro del agua hirviendo y retiramos al dente, unos 2´, escurrimos, volcamos en la sartén, mezclamos y retiramos luego de 1’. (Agregaremos líquido de la cocción si encontramos necesario.

Emplatamos y decoramos con la parte verde del verdeo picada y espolvoreamos con un pimienta negra.