- 2 cebolla chicas picadas
- 3 dientes grandes de ajo picados
- 1 lata de tomates
- 1 puñado generoso de hojas de albahaca fresca
- 1 cucharadita seco
- 1 cucharadita de orégano seco
- ½ cucharadita de pimentón dulce
- ¼ cucharadita de comino molido
- Aceite de oliva
- 2 tazas de agua + adicional
- Jugo de limón
- 1 cucharada de queso crema por plato (opcional)
- Rodajas de pan tostado para acompañar
Precalentamos el horno a 220*, máximo de un horno convencional
En un bol mezclamos los tomates con las zanahorias, sal, pimienta y un generoso chorro de aceite de oliva.
Distribuimos sobre una asadera -los tomates con la piel para abajo-y horneamos por unos 30 minutos hasta que se ven bien tiernos y comiencen a quemarse.
Retiramos, esperamos unos a que se entibien y procesamos agregando, la lata de tomates y un poco de agua. La textura deseada es media, no completamente procesada.
En una sartén grande u olla de fierro calentamos dos cucharadas de aceite de oliva y salteamos a fuego medio las cebollas con el ajo hasta que apenas comiencen a dorarse.
Echamos dentro la mezcla de tomates junto con tazas de agua, la albahaca, el tomillo, las especias, sal y pimienta.
Llevamos a hervor, reducimos el fuego a mínimos, tapamos y cocinamos por unos 30 minutos, adicionando un poco de agua si hiciera falta.
Servimos agregando en cada plato un chorro de jugo de limón y otro de aceite de oliva.
Agregemos opcionalmente una cucharada de queso crema por plato. Acompañamos con pan tostado.