Tenía que encender el horno para hacer unas tartas de manzana y se me ocurrió aprovecharlo para preparar unas galletitas de agua integrales que hacía tiempo tenía ganas de experimentar. Es una receta muy sencilla y los resultados son realmente buenos, resultan unas galletas crocantes, sabrosas y livianas, además de saludables. La receta, para 2 fuentes grandes de horno:
- 350 g de harina integral
- 150 g de harina común (000)
- 25 g de levadura fresca
- 100 g de margarina o manteca derretida
- 200 ml de agua
- 1 cucharadita de sal (10 a 12 g)
- 1 cucharadita colmada de azúcar mascabo o morena
- 1 cucharada de extracto de malta o, en su defecto, de miel
Volcamos la mezcla de harinas en un bol distribuyendo en sus bordes la sal; hacemos un hueco en le medio, vertemos el agua y disolvemos en esta la levadura con el azúcar, el extracto de malta y la manteca derretida. Mezclamos hasta integrar y sobre la superficie de trabajo amasamos hasta obtener una masa suave y sedosa, relativamente firme. Hacemos un bollo y lo colocamos en un bol enharinado, cubrimos con papel film y esperamos unos 60' hasta que duplique su volumen.
Encendemos el horno. Volcamos sobre la superficie de trabajo y con un palote estiramos hasta obtener una masa delgada, doblamos sobre si misma 4 ó 5 veces para lograr finalmente un espesor de aprox 1/4 de cm.
Con un cuchillo o molde cortamos las galletas de la forma de deseada y colocamos en las asaderas ligeramente engrasadas. Pinchamos cada una varias veces con un tenedor y horneamos a 180* (3/4 temperatura de un horno convencional) por unos 15' hasta que se vean crocantes.
Retiramos, dejamos orear sobre rejilla y conservamos en recipiente hermético. Se conservan muy bien durante varias semanas aunque difícilmente aguanten tanto tiempo, son muy ricas!
- 350 g de harina integral
- 150 g de harina común (000)
- 25 g de levadura fresca
- 100 g de margarina o manteca derretida
- 200 ml de agua
- 1 cucharadita de sal (10 a 12 g)
- 1 cucharadita colmada de azúcar mascabo o morena
- 1 cucharada de extracto de malta o, en su defecto, de miel
Volcamos la mezcla de harinas en un bol distribuyendo en sus bordes la sal; hacemos un hueco en le medio, vertemos el agua y disolvemos en esta la levadura con el azúcar, el extracto de malta y la manteca derretida. Mezclamos hasta integrar y sobre la superficie de trabajo amasamos hasta obtener una masa suave y sedosa, relativamente firme. Hacemos un bollo y lo colocamos en un bol enharinado, cubrimos con papel film y esperamos unos 60' hasta que duplique su volumen.
Encendemos el horno. Volcamos sobre la superficie de trabajo y con un palote estiramos hasta obtener una masa delgada, doblamos sobre si misma 4 ó 5 veces para lograr finalmente un espesor de aprox 1/4 de cm.
Con un cuchillo o molde cortamos las galletas de la forma de deseada y colocamos en las asaderas ligeramente engrasadas. Pinchamos cada una varias veces con un tenedor y horneamos a 180* (3/4 temperatura de un horno convencional) por unos 15' hasta que se vean crocantes.
Retiramos, dejamos orear sobre rejilla y conservamos en recipiente hermético. Se conservan muy bien durante varias semanas aunque difícilmente aguanten tanto tiempo, son muy ricas!
Me encanta todo lo que publicas , gracias por ser tan compartido.
ResponderEliminarGracias Eva por el comentario y bienvenida a El arte de Amasar!
EliminarHola, se podria hacer con aceite en vez de manteca?
ResponderEliminarHola Artura, si, se puede, cambia la textura un poco. Saludos
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