Es un plato rico, lindo, nutritivo y muy liviano, una forma poco común de ñoquis por esas tierras. Para 2 porciones (aunque uno-como-yo si está sólo también se los come todos...):
- 1/2 l de leche
- 1/2 taza de espinacas cocidas y escurridas
- 125 g de sémola
- 1 yema de huevo
- 1 cucharada de aceite
- 1 cucharada de hierbas frescas
- queso rayado para espolvorear
- sal, pimienta, nuez moscada
Llevamos a ebullición la leche con las espinacas y el aceite y vertemos la sémola en forma de lluvia batiendo energicamente. Una vez que tomó consistencia retiramos del fuego y agregamos la yema y las hierbas; condimentamos.
Extendemos la preparación en forma pareja sobre una superficie humedecida hasta un grosor de aprox 2cms y con la ayuda de un cortante hacemos círculos de 7 ó 8 cms de diámetro que vamos colocando sobre una bandeja para horno ligeramente engrasada; espolvoreamos con el queso rayado.
Horneamos a temperatura alta hasta que los ñoquis se vean doraditos y servimos de inmediato.
Son ricos acompañando una carne al horno. Son ricos acompañando un vino o una cervecita...
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