Cecilia G. quiso hacerle un regalo diferente a su marido Rodrigo, y como le encanta cocinar decidió regalarle una clase de cocina en El Arte de Amasar (gracias Cecilia!) que acordamos culminaría con una cena en la cual ella sería la "invitada de honor" (excelente idea chic@s!!). El tema de la clase eran pastas; hicimos espaguettis cortados a cuchillo y con máquina, una pasta rellena que dimos forma con cortapastas y molde; en cuanto a las salsas, una con echalotes, cherries y verdeo para la rellena y para los espaguettis un yo diría sorprendente Pesto de albahaca con semillas de girasol y jalapeños, el cual se me ocurrió experimentar porque tenía semillas de girasol en casa, mucho más baratas de paso que los piñones, y jalapeños, que fueron en realidad adicionados a último momento porque con Rodrigo nos pareció que al pesto le vendría bien un toque de picor. Y si bien el "vero pesto" incluye habitualmente parmesano yo preferí obviarlo y que cada comensal lo adicione a su gusto. Para una pasta para 4 personas:
- 1 tacita de semillas de girasol
- 2 dientes de ajo
- 1 tacita, aprox, de aceite de oliva
- 1/2 jalapeño sin semillas (opcional)
- sal y pimienta negra
En una sartén sin aceite tostamos las semillas de girasol hasta que comiencen a oscurecerse y cuidando no se quemen. Dejamos entibiar
Procesamos conjuntamente las hojas albahaca, el ajo, el jalapeño, 3/4 de las semillas de girasol y media tacita de aceite de oliva; vamos adicionando el resto del aceite hasta obtener la densidad deseada; salpimentamos.
Hervimos la pasta del modo habitual, la retiramos sin escurrirla del todo y emplatamos colocando sobre la misma una cucharada generosa del pesto, algunas semillas tostadas de girasol reservado, enteras o partidas, y una ramita de albahaca.
Un pesto diferente, riquísimo y mucho más accesible que el de piñones o nueces!
- 1 tacita de semillas de girasol
- 2 dientes de ajo
- 1 tacita, aprox, de aceite de oliva
- 1/2 jalapeño sin semillas (opcional)
- sal y pimienta negra
En una sartén sin aceite tostamos las semillas de girasol hasta que comiencen a oscurecerse y cuidando no se quemen. Dejamos entibiar
Procesamos conjuntamente las hojas albahaca, el ajo, el jalapeño, 3/4 de las semillas de girasol y media tacita de aceite de oliva; vamos adicionando el resto del aceite hasta obtener la densidad deseada; salpimentamos.
Hervimos la pasta del modo habitual, la retiramos sin escurrirla del todo y emplatamos colocando sobre la misma una cucharada generosa del pesto, algunas semillas tostadas de girasol reservado, enteras o partidas, y una ramita de albahaca.
Un pesto diferente, riquísimo y mucho más accesible que el de piñones o nueces!
La cena estuvo riquísima. Super super recomendable. Muchas gracias por la buena onda y ya estoy pensando que quiero comer la próxima!!!!
ResponderEliminarCecilia
Muchas gracias por las gracias Cecilia. Para mí fue también un gusto la lindísima clase + cena-degustación que compartimos contigo y Rodrigo. Cariños
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