Un pan muy nutritivo y sabroso que gustará a grandes y chicos. Para una hogaza mediana:
- 250 g de harina 000 (común o de panadería)
- 250 g de harina integral
50 g de salvado de trigo
- 200 cc de agua
- 125 cc de yogurt natural
- 20 g de levadura fresca
- 1 cucharadita de extracto de malta o 1 cucharada de miel
- 1 cucharadita de sal (12 g)
En un bol mezclamos las harinas y el salvado, hacemos un hueco en el medio, echamos el agua y disolvemos la levadura y el extracto de malta; añadimos el yogur y la sal y revolvemos con una cuchara de madera hasta que integrar.
Sobre una superficie ligeramente enharinada amasamos hasta obtener una masa suave y elástica, hacemos un bollo y lo dejamos levar en un bol aceitado y cubierto hasta que duplique su volumen, entre 1 ó 2hs, principalmente según la temperatura ambiente.
Una vez levado volcamos el bollo sobre la superficie de trabajo enharinada y lo desgasificamos presionando con los nudillos de las manos. Formamos un rectángulo de unos 50 cms de largo, llevamos un lado hacia el centro, sellamos con el canto de la mano y repetimos con el otro lado. Volcamos ahora un lado sobre el otro y lo sellamos presionando con los dedos y/o efectuando un repulgue.
Con un movimiento vaivén damos al pan una forma ovalada, más delgada en los extremos.
Colocamos sobre una asadera previamente enharinada o aceitada, cubrimos con un repasador húmedo y dejamos levar unos 30´, el pan no debe llegar a duplicar su volumen.
Con un cuchillo filoso o cutter efectuamos algunos cortes y horneamos a 200* por unos 30´ hasta que el pan se vea bien cocido y su base suene hueca.
Un pan sabroso, nutritivo y diferente, como para regalarnos prepararlo y compartirlo cada tanto...
- 250 g de harina 000 (común o de panadería)
- 250 g de harina integral
50 g de salvado de trigo
- 200 cc de agua
- 125 cc de yogurt natural
- 20 g de levadura fresca
- 1 cucharadita de extracto de malta o 1 cucharada de miel
- 1 cucharadita de sal (12 g)
En un bol mezclamos las harinas y el salvado, hacemos un hueco en el medio, echamos el agua y disolvemos la levadura y el extracto de malta; añadimos el yogur y la sal y revolvemos con una cuchara de madera hasta que integrar.
Sobre una superficie ligeramente enharinada amasamos hasta obtener una masa suave y elástica, hacemos un bollo y lo dejamos levar en un bol aceitado y cubierto hasta que duplique su volumen, entre 1 ó 2hs, principalmente según la temperatura ambiente.
Una vez levado volcamos el bollo sobre la superficie de trabajo enharinada y lo desgasificamos presionando con los nudillos de las manos. Formamos un rectángulo de unos 50 cms de largo, llevamos un lado hacia el centro, sellamos con el canto de la mano y repetimos con el otro lado. Volcamos ahora un lado sobre el otro y lo sellamos presionando con los dedos y/o efectuando un repulgue.
Con un movimiento vaivén damos al pan una forma ovalada, más delgada en los extremos.
Colocamos sobre una asadera previamente enharinada o aceitada, cubrimos con un repasador húmedo y dejamos levar unos 30´, el pan no debe llegar a duplicar su volumen.
Con un cuchillo filoso o cutter efectuamos algunos cortes y horneamos a 200* por unos 30´ hasta que el pan se vea bien cocido y su base suene hueca.
Un pan sabroso, nutritivo y diferente, como para regalarnos prepararlo y compartirlo cada tanto...