- 1 kg de calabaza, pelada y cortada en cubos pequeños
- 1 puñado de hojas de salvia mitad enteras y mitad troceadas
- 1 cebolla colorada picada
- 300 g de arroz carnaroli o arboreo
- 1,5 litros de caldo vegetal hirviendo
- 50 g de manteca
- 50 g de parmesano rallado
- 1 taza de vino blanco
- 3 cucharadas de aceite de oliva
Precalentamos el horno a 200* y horneamos los trozos de calabaza mezclados con las hojas de salvia picadas y 1 cucharada de aceite de oliva hasta que se hayan tiernizado, unos 30’.
Cuando la calabaza se haya cocido la retiramos del horno, hacemos un puré con la mitad y reservamos el resto de los trozos.
En una sartén pequeña con una cucharada de aceite de oliva freímos las hojas de salvia enteras a fuego suave, hasta que se vuelvan crocantes; retiramos y dejamos escurrir sobre papel absorbente
En una sartén mediana y a fuego medio derretimos la manteca y salteamos la cebolla hasta que apenas comience a colorear, de 8’a 10’.
Incorporamos el arroz y, mezclando, cocinamos hasta que sus bordes comiencen a transparentar.
Desglasamos con el vino blanco y, siempre mezclando, esperamos hasta que se haya absorbido o evaporado.
Vamos añadiendo luego el caldo de a cucharones, siempre mezclando y en la medida que el anterior se haya absorbido. Seguimos las indicaciones del envase en cuanto al tiempo de cocción (habitualmente entre 15'y 18'). El arroz debe quedar al dente y el risotto cremoso (podría sobrar algo del caldo, dependiendo del recipiente empleado y la temperatura).
Un minuto antes del punto de cocción incorporamos el puré y luego la manteca y el queso. Revolvemos, tapamos y esperamos unos minutos.
Añadimos los cubos de calabaza y decoramos con las hojas de salvia crujientes (la foto, muy linda, fue "tomada prestada").
- 1 cebolla colorada picada
- 300 g de arroz carnaroli o arboreo
- 1,5 litros de caldo vegetal hirviendo
- 50 g de manteca
- 50 g de parmesano rallado
- 1 taza de vino blanco
- 3 cucharadas de aceite de oliva
Precalentamos el horno a 200* y horneamos los trozos de calabaza mezclados con las hojas de salvia picadas y 1 cucharada de aceite de oliva hasta que se hayan tiernizado, unos 30’.
Cuando la calabaza se haya cocido la retiramos del horno, hacemos un puré con la mitad y reservamos el resto de los trozos.
En una sartén pequeña con una cucharada de aceite de oliva freímos las hojas de salvia enteras a fuego suave, hasta que se vuelvan crocantes; retiramos y dejamos escurrir sobre papel absorbente
En una sartén mediana y a fuego medio derretimos la manteca y salteamos la cebolla hasta que apenas comience a colorear, de 8’a 10’.
Incorporamos el arroz y, mezclando, cocinamos hasta que sus bordes comiencen a transparentar.
Desglasamos con el vino blanco y, siempre mezclando, esperamos hasta que se haya absorbido o evaporado.
Vamos añadiendo luego el caldo de a cucharones, siempre mezclando y en la medida que el anterior se haya absorbido. Seguimos las indicaciones del envase en cuanto al tiempo de cocción (habitualmente entre 15'y 18'). El arroz debe quedar al dente y el risotto cremoso (podría sobrar algo del caldo, dependiendo del recipiente empleado y la temperatura).
Un minuto antes del punto de cocción incorporamos el puré y luego la manteca y el queso. Revolvemos, tapamos y esperamos unos minutos.
Añadimos los cubos de calabaza y decoramos con las hojas de salvia crujientes (la foto, muy linda, fue "tomada prestada").
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