
MASA
- 500 g de harina 0000 (refinada)
- 350 ml de agua (humedad del 70%)
- 2 g de levadura fresca (poquísimo)
- 13 g de sal (bastante)
SALSA DE TOMATES, muy simple
- 1 lata de tomates peritas de la mejor calidad que podamos conseguir
- sal y pimienta
COBERTURA, por pizza grande
- 2 cebollas coloradas medianas cortadas en media juliana
- 1 cucharada de aceite de oliva + adicional para regar la pizza
- 150 a 200 g de ricota fresca
- 1 cucharada de parmesano rallado
- 6 a 8 olivas negras
- sal, pimienta negra y abundante peperoncino.
Para la masa, al menos 8 horas antes del horneado, en un bol grande disolvemos en el agua la sal junto con la levadura. Incorporamos la harina y con la mano y/o la ayuda de un cornete la integramos sin demasiado trabajo, con 1' es suficiente. Cubrimos y dejamos reposar 20'.
Volcamos sobre una mesa ligeramente enharinada y con las manos aceitadas o enharinads estiramos la masa y la doblamos sobre sí misma una cuantas veces. Otro minuto. Cubrimos y dejamos leudar por 2 hs.
Volcamos el bollo sobre la mesa enharinada, lo dividimos en 3 a 5 partes, bollamos y colocamos en uno o dos recipientes con tapa, enharinados, dejando al 5 cms de espacio entre cada bollo. Tapamos y dejamos leudar en lugar fresco por 6 horas. A partir de ese momento podremos estirar las pizzas dentro de las 2 ó 3 horas siguientes.
Para la salsa, procesamos solo por unos instantes los tomates salpimentados, no queremos un puré.
Al momento del horneado deberemos tener el horno bien caliente y a temperatura máxima y contar en lo posible con una buena placa refractaria.
Luego del segundo leudado los bollos habrán crecido mucho y tal vez llegado a pegarse; los espolvoreamos con harina, sacamos con cuidado y volcamos sobre la superficie de trabajo, ahora sí, generosamente enharinada. Observaremos que la masa está muy relajada, muy fácil de estirar.
Estiramos cada bollo con las manos de forma redondeada y dejando el borde un poco más grueso; colocamos sobre la paleta pizzera (o lo que tengamos), pincelamos con el tomate dejando los bordes libres y colocamos sobre la piedra lo más calientes posible. Retiramos a los 5', + ó -, según el horno, cuando la base apenas comience a colorearse.
Para la cobertura, salteamos la cebolla colorada con el aceite de oliva a fuego suave por unos 10'.
Al momento del servicio, y siempre con el horno al máximo, distribuimos la ricota sobre la pizza y por encima la cebolla colorada, el parmesano y las olivas negras.
Horneamos sobre la piedra hasta que el queso se haya derretido y la base se vea crocante. Retiramos, espolvoreamos con pimienta negra, abundante peperoncino y un chorro de aceite de oliva.
Esta receta es mucho más larga que las habituales porque me detuve un poco en el proceso de amasado el cual por supuesto requeriría mucho más tiempo, espero al menos les sirva como un estímulo para profundizar en este sabroso y reconfortante asunto...