Un plato que preparamos en una Clase de Cocina para Parejas y recomiendo particularmente. La receta, para 4 personas:
MASA
- 200g de harina 0000 (refinada)
- 2 huevos
RELLENO
- ½ calabaza, aprox 750 g, antes de hornear
- ¼ kg de ricota fresca
- 1 cucharada de hojas de salvia fresca picadas
- 1 cucharada de parmesano rallado
- 1 yema de huevo
- aceite de oliva, c/n
- sal, pimienta negra y nuez moscada
SALSA (para 4 porciones)
- 100 g de manteca
- 50 g de almendras
- 12 a 15 hojas de salvia fresca, cortadas en tiras
- sal, pimienta negra y peperoncino
Horneamos la calabaza boca abajo, en una asadera cubierta con papel manteca, hasta que esté tierna, unos 45’. Retiramos, dejamos entibiar sobre un colador procurando quitar la mayor cantidad de líquido posible. Luego procesamos, mezclamos con el resto de los ingredientes y condimentamos. Mantenemos en frío.
En un bol mezclamos la harina con los huevos y luego presionamos con la mano hasta integrar. Volcamos sobre la superficie de trabajo y amasamos hasta lograr una masa homogénea y firme. Envolvemos en papel film y dejamos reposar al menos 30 minutos.
Estiramos la masa hasta el punto 6 ó 7 según la máquina y cortamos en tiras del tamaño del molde raviolero. Colocamos una tira sobre el molde y con una cucharita vamos distribuyendo el relleno. Cubrimos con la otra tira, presionamos suavemente para quitar el aire y hacemos rodar un palo por encima de modo de marcar y sellar. Volcamos sobre la superficie de trabajo y completamos el corte con un corta pastas. Reservamos sobre superficie enharinada y cubiertos. Recuperamos los restos de masa para volver a estirar y hacer más ravioles.
En una cacerola ponemos a calentar abundante agua y salamos cuando rompió el hervor.
En otra cacerolita con agua hirviendo introducimos por 1 minuto las almendras y retiramos. Una vez tibias las presionamos ligeramente con los dedos para quitarles la cáscara y las tostamos en una sartén sin aceite y a fuego bajo hasta que comiencen a colorearse. Las picamos o procesamos luego groseramente.
En una sartén grande derretimos la manteca y cuando comienza a oscurecerse introducimos las almendras picadas y las hojas de salvia; mezclamos y en cuanto percibimos un aroma almendrado, salpimentamos y mantenemos a fuego corona.
Ponemos a cocinar la pasta y retiramos al dente, no más de 3'. Escurrimos, echamos dentro de la sartén, a fuego bajo y revolvemos.
Servimos en platos precalentados espolvoreando con pimienta negra y peperoncino. Podemos también decorar con perejil picado.
MASA
- 200g de harina 0000 (refinada)
- 2 huevos
RELLENO
- ½ calabaza, aprox 750 g, antes de hornear
- ¼ kg de ricota fresca
- 1 cucharada de hojas de salvia fresca picadas
- 1 cucharada de parmesano rallado
- 1 yema de huevo
- aceite de oliva, c/n
- sal, pimienta negra y nuez moscada
SALSA (para 4 porciones)
- 100 g de manteca
- 50 g de almendras
- 12 a 15 hojas de salvia fresca, cortadas en tiras
- sal, pimienta negra y peperoncino
Horneamos la calabaza boca abajo, en una asadera cubierta con papel manteca, hasta que esté tierna, unos 45’. Retiramos, dejamos entibiar sobre un colador procurando quitar la mayor cantidad de líquido posible. Luego procesamos, mezclamos con el resto de los ingredientes y condimentamos. Mantenemos en frío.
En un bol mezclamos la harina con los huevos y luego presionamos con la mano hasta integrar. Volcamos sobre la superficie de trabajo y amasamos hasta lograr una masa homogénea y firme. Envolvemos en papel film y dejamos reposar al menos 30 minutos.
Estiramos la masa hasta el punto 6 ó 7 según la máquina y cortamos en tiras del tamaño del molde raviolero. Colocamos una tira sobre el molde y con una cucharita vamos distribuyendo el relleno. Cubrimos con la otra tira, presionamos suavemente para quitar el aire y hacemos rodar un palo por encima de modo de marcar y sellar. Volcamos sobre la superficie de trabajo y completamos el corte con un corta pastas. Reservamos sobre superficie enharinada y cubiertos. Recuperamos los restos de masa para volver a estirar y hacer más ravioles.
En una cacerola ponemos a calentar abundante agua y salamos cuando rompió el hervor.
En otra cacerolita con agua hirviendo introducimos por 1 minuto las almendras y retiramos. Una vez tibias las presionamos ligeramente con los dedos para quitarles la cáscara y las tostamos en una sartén sin aceite y a fuego bajo hasta que comiencen a colorearse. Las picamos o procesamos luego groseramente.
En una sartén grande derretimos la manteca y cuando comienza a oscurecerse introducimos las almendras picadas y las hojas de salvia; mezclamos y en cuanto percibimos un aroma almendrado, salpimentamos y mantenemos a fuego corona.
Ponemos a cocinar la pasta y retiramos al dente, no más de 3'. Escurrimos, echamos dentro de la sartén, a fuego bajo y revolvemos.
Servimos en platos precalentados espolvoreando con pimienta negra y peperoncino. Podemos también decorar con perejil picado.
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